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Por Ricardo Marconi (*)

La violencia mortal en Rosario no se detiene. Por el contrario, los fríos números estadísticos indican que en marzo pasado se produjeron 22 homicidios y las víctimas contabilizadas tenían entre 11 y 69 años. Dos de los homicidios tuvieron lugar en Pérez; tres en Villa Gobernador Gálvez –donde el jueves un grupo de vecinos, hartos de los robos y hurtos produjeron una manifestación popular-, y 16 en Rosario.

De esta manera, en los primeros 90 días del año, en el Departamento   se cometieron 80 crímenes, 15 más   que los generados a la misma altura de 2022. El 1º de marzo se inició la seguidilla de episodios graves, por la tarde, con el homicidio de Victorio Benjamín Echeverría, quien luego de ser bajado de un auto, fue abatido desde corta distancia, en una intersección del barrio Triángulo de Rosario.

Se recordará que el mismo mecanismo fue utilizado para dar muerte a Lorenzo Altamirano, dejado sin vida el 1º de febrero frente a las puertas de ingreso del estadio de Newell`s Old Boys, con dos impactos, uno de los cuales le interesó el cráneo.

El ataque al supermercado 

El cartel que dejaron los violentos en el supermercado ‘Único’ de los padres de Antonella Roccuzzo

Una situación crítica se desencadenó tras el ataque al supermercado ubicado en Lavalle al 2500, propiedad de familiares de Antonella Roccuzzo, esposa de Lionel Messi. Ocurrió el hecho el 2 de marzo, a las 3.30 de la madrugada.  Allí, dos individuos, tras efectuar los disparos a las persianas del local, dejaron un mensaje escrito en mayúsculas, de corte intimidatorio al deportista en un trozo de papel, tras lo cual se dieron a la fuga en una moto.

La muerte de un angelito 

Las agresiones continuaron el 5 de marzo en calle Cabal al 1300, en el asentamiento Los Pumitas, del barrio Empalme Graneros, siendo asesinado Máximo Geres, un niño de 11 años y otros 3 menores heridos de bala. La agresión se concretó desde el interior de un auto contra una vivienda que estaba funcionando como un búnker de una banda de vendedores de drogas.

El incendio de una moto y la destrucción de tres viviendas que los vecinos apuntaban como lugares donde se vendían drogas fue la resultante de la muerte del pequeño.

El apuntado como uno de los narcos imputados de haber participado de haber ordenado el ataque salvó milagrosamente su vida por la intervención del Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata, aunque luego tres viviendas fueron vaciadas en el marco de un saqueo que recordó a los rosarinos uno de los peores episodios de ese tenor ocurridos en la ciudad.

Balacera 

Una balacera tuvo lugar el 11 de marzo en Capuchinos al 1700 –Villa Gobernador Gálvez-, donde presuntamente funcionaba un búnker, de cuyo interior respondieron con disparos. Y en la misma ciudad, en cercanías de Balcarce y Avellaneda, se detectó en el interior de un auto, a Cristian Luque, de 30 años, que tenía los impactos de varios balazos, hallándose un arma calibre 9 m.m. bajo el asiento.

En el tórax tenía una herida de arma de fuego Severo Ignacio Saucedo, de 30 años, cuando ingresó al Hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez y, tras ser derivado al HECA de Rosario, falleció.

Asesinato de sicarios 

En Pasaje Campichuelo, al 3000, en barrio Ludueña, tuvo lugar otro hecho criminal. Allí fue asesinada Juana Vega, con un disparo en el cráneo, por dos individuos que circulaban en una moto. Sobre el homicidio circularon varias versiones.

Abril no se inició en un clima pacífico. Por el contrario, una abogada resultó lesionada por una balacera al complejo penitenciario de 27 de febrero al 7800 donde impactaron siete disparos, perforando los vidrios 4 de ellos.

La abogada Florencia Delgado salvó su vida cuando tras escuchar las detonaciones tuvo el tiempo para arrojarse al piso, aunque cayó sobre vidrios que le produjeron lesiones consideradas leves.

Previamente, a las 3 de la madrugada desde el interior de un auto arrojaron una bomba molotov contra una camioneta Volkswagen Amarok de la Policía de Acción Táctica estacionada frente a la seccional 15º, que se quemó en forma total. En el lugar se encontró una nota   que dice: “Dejen de agarrar plata de los giles, corruptos”.

La PAT estaba en el lugar circunstancialmente para dejar un acta de procedimiento y junto a la camioneta policial había otro vehículo que había sido secuestrado en una causa judicial por haber sido robado el 4 de marzo pasado en Amenábar e Italia, quedando el caso en manos de la fiscal Juliana González.

La comisaría que nos ocupa ya había sido atacada en otras tres oportunidades, siendo en una de ellas incendiado un Volkswagen Gol Trend de una empleada de la seccional 12º, en el barrio Ludueña, y el segundo hecho tuvo como objetivo un móvil de la subcomisaría 26º, curiosamente de Villa Gobernador Gálvez, donde ha crecido la delincuencia a mano de presuntos componentes de bandas dedicadas al tráfico de drogas. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

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