Primero atraparon un improvisado narco submarino de las FARC conteniendo cientos de kilogramos de cocaína de máxima pureza. Ahora la Policía Nacional española logró incautar dron de un blanco impoluto, de cuatro metros y medio de envergadura y con capacidad para transportar hasta 150 kilogramos de carga.
Es la última y sorprendente incautación de la Policía Nacional ocurrida este martes a una organización de narcotraficantes franceses que buscaba asentarse en la Costa del Sol. Los delincuentes lo utilizaban para transportar la droga desde el Reino de Marruecos, en el extremo noroeste del continente africano, hasta una pequeña localidad malagueña, Almáchar, de apenas 1.811 habitantes.
Con una autonomía de siete horas de vuelo y una velocidad máxima de 170 kilómetros, su radio de acción para trasladar sustancias estupefacientes “es enorme”, según apuntó Antonio Rodríguez Puertas, inspector jefe responsable de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) en Málaga.
“Jamás habíamos visto un dron de este tamaño para esta utilidad. Había algún precedente, pero nunca como este. Es el más grande intervenido en España”, destacó Pedro Luis Bardón, jefe de Medios Aéreos de la Policía Nacional.
De fabricación china y con un costo que oscila entre los 30.000 y los 150.000 euros —según el equipamiento técnico que se requiera—, el dron dispone de cinco motores. Cuatro de ellos son eléctricos y permiten a la aeronave despegar y aterrizar completamente en vertical.
El quinto, con dos cilindros de combustión, es el que permite el vuelo en horizontal. Preparado para llegar a alturas de unos 7.000 pies —unos 2.000 metros—, generalmente volaba mucho más bajo para gastar menos combustible y evitar la posibilidad ser detectado (en España está restringido el uso de drones sobre zonas pobladas).
Aun así, su traza aparece en los radares y sus comunicaciones electromagnéticas también pueden ser rastreadas. Son dos de las pistas que los agentes han dado para explicar cómo supieron de la existencia del dron.
El interior del fuselaje está hueco y, donde una empresa o administración podría colocar cámaras de vigilancia u otros aparatos, la organización incluía paquetes de droga, especialmente cocaína, cuyo tráfico es más rentable.
“La tecnología nos facilita la vida, pero también acaba llegando a manos de los malos. Ellos innovan y nosotros también tenemos que hacerlo”, afirmó el comisario de Málaga, Roberto Rodríguez Velasco, en declaraciones a medios españoles del que tuvo acceso Jackemate.com.
Sin ir más lejos, la propia Udyco, también en la provincia de Málaga, halló en el municipio de Monda (2.594 habitantes) la pasada primavera una narcolancha sumergible de nueve metros de eslora. Valorada en un millón de euros, tenía capacidad para trasladar dos toneladas de droga.
Manejo a distancia y desmontable
Los narcotraficantes manejaban el dron mediante un sistema informático que comunica al aparato los puntos exactos de despegue y aterrizaje. También los denominados ‘way-points’; es decir, los lugares durante el trayecto donde debe hacer virajes en su camino o las velocidades que debe mantener en cada momento.
Igualmente, este ‘narcodrón’ está preparado para ser manejado desde tierra con un mando a distancia. “Está totalmente equipado y operativo”, señaló Pedro Luis Bardón. Los policías han informado de que los delincuentes no contaban con demasiada formación para su manejo.
Ello, así como las dimensiones del dron, lo convierten también en un grave peligro para la navegación aérea: un choque con cualquier otra aeronave, aviones de pasajeros incluidos, tendría como consecuencia un grave accidente.
A pesar de su gran envergadura, se puede desmontar fácilmente para su traslado a cualquier otro lugar. De momento, estaba ubicado en una vivienda que se utilizaba como guardería —almacén de droga— a las afueras de Almáchar, en la comarca de la Axarquía.
La zona, al este de la provincia de Málaga, cuenta con numerosas casas diseminadas, circunstancia aprovechada por el grupo criminal para intentar pasar inadvertido.
La operación Piñas, en la que fue incautado este dron, comenzó el pasado mes de enero cuando los miembros de la Udyco detectaron a una banda de narcotraficantes que quería asentarse en la Costa del Sol.
De nacionalidad francesa, las autoridades de su país también les seguían la pista. La colaboración policial permitió conocer que se dedicaban a adquirir hachís y marihuana desde Marruecos para trasladarla hasta Málaga y, posteriormente, enviarla a Francia, donde era vendida al por menor.
Al país galo la hacían llegar mediante paquetería postal o con el método ‘Go Fast’, que consiste en esconderla en el interior de coches de alta gama robados con los que cruzan a toda velocidad la península Ibérica. Siempre lo hacían en pequeñas cantidades y con el objetivo de ganar dinero para financiar la adquisición del dron.
La investigación policial ha concluido con la detención de cuatro personas: tres en Francia y una cuarta en la localidad de Almáchar, en cuya vivienda se intervino diverso material informático, útiles para la manipulación, preparación y envío de la droga, así como el dron.
En total, entre ambos países también se han intervenido 30 kilogramos de marihuana y 55 de hachís.
“La lucha contra el tráfico de drogas es una de nuestras prioridades”, sostuvo el subdelegado del Gobierno en Málaga, Teófilo Ruiz, quien apuntó que, a lo largo de 2020, la Policía Nacional ya incautó 27,5 toneladas de droga en esta provincia española, donde desmanteló 55 grupos criminales y detuvo a 695 personas por narcotráfico.
Submarino de las FARC
En tanto, se recordó que en Colombia se incautó de un alijo de más de 400 kilos de cocaína que transportaba un narco submarino perteneciente a un grupo armado de guerrilleros disidentes de las FARC.
El cargamento, confiscado en Buenaventura, en el oeste del país. tenía como destino las costas de México, desde donde se distribuiría a varios lugares de ese país.
El semi sumergible se encontraba en su fase final de construcción y en la operación no se informaron detenidos.
El contralmirante colombiano, José David Espitia, es comandante de las Fuerzas de Tarea conjunta contra el tráfico de drogas ‘Poseidón’:
«Se logró la incautación de un semi sumergible en aguas del Pacífico centro, mientras se encontraba en un estero listo para zarpar cargado con catorce costales de clorhidrato de cocaína. Este cargamento de droga que llevaba como destino las costas de México, pertenecía a una organización internacional del narcotráfico y a la estructura 30 Rafael Aguilera de las disidencias de las FARC.», declaró el contralmirante José Espitia,
El aparato, cuya fabricación tendría un costo de medio millón de dólares, más de 420 mil euros, puede transportar hasta ocho toneladas de cocaína. Fue localizado en el río Micay, cerca del departamento del Valle del Cauca. El Gobierno de Iván Duque informó que durante el año 2020 las autoridades colombianas erradicaron 130.000 hectáreas de coca. (Jackemate.com)