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Por Ricardo Marconi (*)

Los gobiernos de las potencias militares del orbe están soportando horas de tensión en función de los sucesos que se producen diariamente con motivo del conflicto que enfrenta a Rusia y Ucrania. Rusia, en las últimas horas señaló que está dispuesta a dar más tiempo para que continúen las conversaciones con Occidente sobre un tema acuciante: Seguridad y Ucrania.

Y precisamente Ucrania hizo saber mediante sus canales diplomáticos que está considerando suspender sus reclamos de ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Pero, a pesar de esto último, Moscú continuó agrupando buques de guerra frente a la costa del Mar Negro, mientras que Estados Unidos reiteró que los rusos se muestran dispuestos a atacar para invadir Ucrania.

Serguei Larov, el titular de la diplomacia prometió, en momentos que se lleva adelante esta columna –retirar tropas cercanas a la frontera de Ucrania-, a la vez que aseguró que diplomáticamente se “está lejos del agotamiento de las conversaciones”.

Lo puntualizó en una reunión transmitida por televisión, donde agregó: “Yo propondría continuar las conversaciones y profundizar las negociaciones”.

Vale dejar claro que Rusia exige que la OTAN deje de entregar armas y misiles a los ucranianos y a países del bloque, ya que considera la maniobra como una amenaza. Ello fue desestimado por los norteamericanos.

Putin, por su parte, no quiere “conversaciones interminables sin resultados”, por lo que se estima que Rusia continuaría con sus amenazas de invasión para obtener concesiones diplomáticas de Occidente.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dejó saber que se podría abandonar la posibilidad de unirse a la OTAN, siendo este tema la razón fundamental de la decisión de invadir.

El jefe del gobierno alemán Olaf Scholz partió a Moscú y el embajador de Ucrania en Gran Bretaña Vadym Prystaiko consideró en las últimas horas que “Rusia chantajea a Ucrania y nos vemos empujados a abandonar la idea de una anexión a la NATO”. Y la apreciación es considerada como un hecho entre los comentaristas de medios ucranianos.

“Un personaje siniestro”  

Vladimir Putin está siendo considerado por analistas políticos como un “personaje siniestro, peligroso y corrupto” y entiende que está dispuesto a generar un conflicto bélico innecesario.

Rusia, bajo un régimen autocrático, está siendo conducida por una especie de zar absolutista que sabe que no existe en la OTAN posibilidad o interés alguno en invadir su territorio. Es una locura que no resiste el menor análisis político.

Sí le teme Putin a la independencia de los países fronterizos que sueñan con convertirse a la democracia, lo que para él implicaría que los rusos que resisten su gobierno internamente se envalentonen e inicien movimientos de rebelión.

Un ataque ruso, a nivel de invasión, en principio produciría inestabilidad mundial, luego desencadenaría miles o millones de muertes –dependiendo de qué armamento se utilice-, a lo que se sumaría un nivel de pobreza inconmensurable sólo para conservar el Estado mafioso que tantos han encubierto desde las cúpulas gubernamentales para sostenerse en el poder hasta el 2036.

Los países que sufren una corrupción desenfrenada saben que es un imán para mandatarios y la casta política corrupta.

Putin es considerado entre los rusos que resisten su gobierno como un “Maquiavelo de nuestro tiempo”. No es el único por cierto y a ello se le suman otros defectos de personalidad, logrados tras desempeñarse durante muchos años en la KGB, en el tiempo de la debacle soviética, aunque fue un espía de bajo nivel, con inexistencia de empatía y falto de compasión.

Sus enemigos políticos lo consideran un “robot” que puede llevarlos, de un día para el otro, a la Edad de Piedra, si es que alguien sobrevive en ese intento de lograr una Rusia poderosa. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

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