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Por Ricardo Marconi (*)

Los terroristas de Hamas y Hezbollah se manejan con un concepto básico al sostener que ellos son protagonistas de un cambio “y para ello morirá la gente que tenga que morir”. Vale señalar que el 10 por ciento de los asesinados o secuestrados son argentinos y precisamente nuestro país ha sido víctima de 2 ataques impunes por parte de los terroristas.

Los palestinos dan por sentado que debido al conflicto bélico que soportan, Gaza está “partido en dos”. Los medios de comunicación y las grandes cadenas de noticias internacionales están centrados en el tratamiento informativo de las consecuencias humanitarias.

La guerra permite promover el gasto para instalaciones logísticas y  la compra de armamentos. En principio se pretendía promover  el intercambio comercial que sirviera para optimizar inversiones en salud y educación.

Los túneles actuales poseen conexiones eléctricas, cañerías para agua potable y las instalaciones telefónicas que son análogas, a la vez que se cuenta con espacios para ser utilizados como depósitos de armas y alimentos.

En el inicio del proyecto, la  construcción de los túneles se inició a partir de capitales de financistas  árabes, quienes acordaron con la cúpula del grupo terrorista Hamas.

Los financiadores de las obras pretendían utilizar los túneles  para obtener ganancias económicas a través de su uso diario y continuado, mediante el pago de peajes bajo la consigna “la economía del túnel”.

Los flujos comerciales  y logísticos llegaron con el uso de los refugiados palestinos a un punto crítico, a partir del incremento de episodios violentos que ocurrían diariamente.

El clamor de los refugiados 

El refugiado es una persona que se encuentra fuera de su país, debido a fundados temores de ser perseguido por  motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas y no puede o no quiere, debido a dichos temores, acogerse a la protección de su país.

También se lo considera  refugiado a quien ha huido de su país porque su vida, seguridad o libertad se encuentran amenazadas por la violencia generalizada de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente  el orden público.

Los refugiados, para producir, necesitan la autorización de quienes no producen nada y se hicieron ricos gracias al soborno o la utilización de influencias, más que por su labor diaria, ya que las leyes no protegen a los refugiados.

Por el contrario son los improductivos los que están protegidos del refugiado, ya que Hamas aplica una doctrina asimétrica  con los civiles que no forman parte del enfrentamiento.

Desplazados luego del 11-S 

Como resultante del atentado del 11-S, el número de refugiados o desplazados  fue el siguiente:

Afganistán –              2001      5.900.000

Pakistán                   2001       3.700.000

Yemen                      2002      4.600.000

Somalia                    2002       4.300.000

Filipinas                    2002       1.800.000

Irak                           2003       9.100.000

Libia                         2011       1.200.000

Siria                         2014        7.100.000

 

Refugiados de Ucrania 

La invasión de Ucrania generó, al menos, 5 millones de refugiados y son ellos los  que afirman que el presidente ruso Vladimir Putin “está bañando en sangre a Ucrania”. 

Las consecuencias de la guerra generada entre Israel y Hamas han generado un nuevo e imprevisto elemento: La convocatoria de Irán a los Hutíes de Yemen, para que desde el territorio de estos últimos inicien un nuevo frente contra Israel, con la finalidad de ayudar a Hezbollah.

Los Hutíes están ligados a los shiítas  y recibirán de los iraníes ayuda para que se plieguen a la guerra que nos ocupa.

Como consecuencia de esta circunstancia, Estados Unidos  envió al Mar Rojo naves militares  que tendrán el objetivo de interceptar misiles  mediante el sistema Arrow, aunque Israel no estima que la situación se agrave sustancialmente, ya que los hutíes se encuentran a 1.500 kilómetros de distancia y su armamento es de inferior calidad.

Hoy martes se cumple un mes del ataque  de Hamas a territorio de Gaza, generando la muerte de 1.400 personas, motivando  esa masacre la declaración de guerra por parte de Israel.

Como consecuencia de esa descomunal agresión armada Israel declaró la guerra al grupo terrorista, mecanismo mediante el cual el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu busca mantenerse en el poder para serenar a un país traumatizado, a la vez que busca responsables en los sistemas de seguridad por no advertir en tiempo y forma lo que estaba a punto de suceder.

Hamas evita su destrucción total  adoptando ahora una posición defensiva utilizando como escudos a más de 200 rehenes, útiles para sostener negociaciones, a sabiendas que al momento de gestarse esta columna está cercado por fuerzas militares israelíes.

La capacidad de Hamas se presenta restringida a los túneles y porciones de la Franja de Gaza y ello obliga a los militares de Israel a sostener un combate, casa por casa contra una guerrilla urbana que se oculta en los mismos. Hamas sabe muy bien que al descubierto no tiene posibilidad alguna de resistir el avance en enemigo que, previamente, produce bombardeos aéreos devastadores.

Cisjordania, dirigido políticamente por Mahmud Abás y su partido Al Fatah es otro de los componentes de la denominada Autoridad Palestina, que no es otra cosa que un gobierno  autoritario  que hace 16 años  se mantiene antidemocráticamente en el poder haciendo uso de la fuerza. Abas posee un poder muy limitado, aunque  es el interlocutor por parte de los palestinos ante gobiernos extranjeros que saben muy bien que su poder es mínimo.

En Cisjordania, cuando el presidente Abás, de 88 años, muera o abandone el cargo, generará un vacío de poder y seguramente las consecuencias de su fallecimiento formarán parte de los titulares periodísticos del orbe.

Posicionamiento de Hezbollah

El grupo islamista Hezbollah está en acecho en Irán y por estas horas se encuentra profundamente arraigado en la sociedad libanesa, un Estado a punto de sucumbir económicamente.

El grupo terrorista tiene un ala política y otra militar, que  apoya a Hamás.  Nassan Nasrallah convocó a los hutíes de Yemen a enfrentarse a Israel para diversificar el conflicto lanzando misiles al pueblo judío.

El Líbano  se desvinculó de los atentados afirmando que “fue una operación 100 por ciento palestina”. Aunque, lo calificó como un acto “bendito y heroico”.

En su discurso, Nasrallah ha advertido de una guerra «total» en la región si Israel ataca a su país. Sus palabras, muy esperadas entre los países vecinos árabes, fueron bastante cautas.

El régimen del ayatolá Ali Jamenei  negó tener algo que ver con la agresión, pero no escatimó elogios al grupo islamista palestino.

Existe un denominador ideológico común que los une: el rechazo a Israel. Además, Hamás es un diestro alumno del conocido “eje de resistencia”, una red de milicias financiadas y entrenadas por Irán en diferentes países de la región.

Si bien la postura de Irán también ha sido bastante cauta, el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, calificó de “genocidio” los bombardeos de Gaza. En tanto el presidente Ebrahim Raisí afirmó que “los crímenes del régimen sionista han cruzado las líneas rojas, lo que puede forzar a todos a actuar”.

El vecindario árabe 

El asedio israelí sobre la Franja de Gaza produjo manifestaciones y protestas prácticamente en todo Medio Oriente. Ha habido una creciente presión pública para que los mandatarios corten los lazos que establecieron con Israel, mientras que  en Marruecos, decenas de miles de personas han salido a las calles de Rabat para apoyar a los palestinos y en Bahréin, donde casi no se permiten protestas, cientos de personas marcharon frente a la embajada israelí en Manama.

Los países del mundo árabe desde Marruecos hasta la Media Luna fértil del Asia Menor

Los Acuerdos de Abraham de 2020, auspiciados por Estados Unidos y destinados a lograr un mayor reconocimiento de Israel en el mundo árabe, allanaron el camino para acuerdos comerciales y de cooperación militar con Bahréin, Marruecos, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos.

Ello generó inconvenientes a los gobiernos que, en los últimos años, han sabido sacar provecho de las ventajas de estrechar vínculos militares y económicos con el próspero vecino.

Se produjeron manifestaciones en Egipto, que mantiene lazos con Israel desde hace décadas. Allí, los manifestantes se concentraron en ciudades y universidades coreando «Muerte a Israel« y, en Túnez, una comisión parlamentaria presentó un proyecto de ley que penaliza la normalización de relaciones con Israel. Los acuerdos que estaban a punto de alcanzar Israel y Arabia Saudita, es probable que se paralicen.

Hasta el momento, han ocurrido al menos tres visitas a Israel, con presencias de alto nivel: en tres oportunidades viajó el Secretario de Estado Antony Blinken y una el mismo presidente Joe Biden, quienes están interesados  en detener el asesinato de civiles.

Envío de comandos 

Han sido enviadas a Israel, varias docenas de comandos estadounidenses, para ayudar a asesorar en las tareas de recuperación de rehenes. Además de haber desplegado dos portaaviones y cientos de tropas en Medio Oriente.

Según dos funcionarios del Departamento de Defensa y un análisis de The New York Times, el ejército estadounidense está volando drones de vigilancia sobre la Franja de Gaza.

Estos aseguran que los aviones no tripulados están siendo utilizados para ayudar en los esfuerzos de recuperación de rehenes. A lo que se le suma que el ejército estadounidense ha estado proporcionando ayuda militar, incluidas bombas y proyectiles de artillería a Israel.

Naciones Unidas, que trabaja en el lugar, informó que miles de residentes saquearon varios almacenes y centros de distribución de ayuda.

La última cifra de muertes palestinas proporcionada por el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, supera las 9 mil, de las cuales alrededor del 65 por ciento son niños y mujeres.

El editor internacional de BBC News, Jeremy Bowen afirmó que los  números de esta guerra  son similares a los provocados por la invasión rusa en Ucrania.

9.700 cadáveres  

Naciones Unidas estima que unos 9.700 civiles han muerto desde el inicio del conflicto en febrero de 2022. Seguramente algunos palestinos muertos hayan sido miembros de Hamás pero, teniendo mucha consideración, no serían más de un 10 por ciento de ellos.

Esto quiere decir que en un mes, Israel ha matado prácticamente a tantos civiles palestinos como Rusia en Ucrania en 21 meses de enfrentamientos. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

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