Por Ricardo Marconi
Mary Wollstonecraft Goodwin -Mary Shelley-, nació el 30 de agosto de 1797, en Londres, Inglaterra, ciudad del Imperio Británico en la que falleció el 1º de febrero de 1851, a los 53 años, a causa de un tumor cerebral, siendo su última morada el cementerio de St. Peter´s Church, Bournemouth. Esta novelista, ensayista y biógrafa, perteneciente al movimiento del romanticismo británico, se destacó en el género de la Ciencia Ficción y los críticos han hecho especial mención a su obra más notable: “Frankenstein o el moderno Prometeo” y “El último hombre”.
Por su calidad literaria, se la distinguió con el premio Science Fiction and Fantasy Hall of Fame (2004). La novelista que nos ocupa fue hija del escritor William Godwin y la filósofa Mary Wollstonecraft, así como esposa de Percy Bysshe Shelley, filósofo y poeta, a quien editó y promocionó sus obras. Precisamente, en 1814, Mary Godwin inició una relación sentimental con uno de los seguidores políticos de su padre: Percy Bysshe Shelley, quien ya estaba casado.
Cuando Mary tenía solo tres años, Godwin contrajo matrimonio con su vecina, Mary Jane Clairmont. Godwin dio a su hija una educación que la alentó a adherirse a las teorías políticas liberales. Asimismo, Mary Godwin leyó los escritos autobiográficos y los libros de su madre, lo que incrementó la veneración que sentía por su memoria. Ambos, junto con la hermanastra de Mary, Claire Clermont, vivieron en Francia y viajaron por países europeos.
A su regreso a Inglaterra, Mary estaba embarazada y durante los siguientes dos años ella y Percy se enfrentaron al ostracismo social, a las deudas constantes y a la desgracia del fallecimiento de su hija, nacida prematuramente. Se casaron a finales de 1816. Dos años más tarde (1816), la pareja pasó un verano con George Gordon Byron, John William Polidori y Claire Clairmont cerca de Ginebra, Suiza, donde Mary concibió la idea para su novela Frankenstein. Los Shelley abandonaron Gran Bretaña en 1818 y se mudaron a Italia, donde su segundo y tercer hijo murieron antes de que Mary diese a luz a su último hijo, el único que sobrevivió, Percy Florence.
En 1822, su esposo Percy Bysshe Shelley se ahogó al hundirse su velero, durante una tormenta en la Bahía de La Spezia. Un año después, Mary Shelley regresó a Inglaterra y desde entonces en adelante se dedicó a la educación de su hijo y a su carrera como escritora profesional. La última década de su vida estuvo plagada de enfermedades, probablemente vinculadas al tumor cerebral que acabaría con ella a los 53 años.
Hasta la década del 70 Mary Shelley fue, principalmente, reconocida por sus esfuerzos para publicar las obras de Percy Shelley y por su novela Frankenstein, la cual sigue siendo ampliamente leída y ha inspirado varias adaptaciones en cine y teatro. Es más, los historiadores de la literatura han comenzado a estudiar más detalladamente los logros de Mary Shelley.
Los eruditos han mostrado un interés creciente en su producción literaria, particularmente en sus novelas históricas como Valperga(1823) y Perkin Warbeck (1830), así como la novela apocalíptica El último hombre (1826) y sus dos últimas novelas, Lodore (1835) y Falkner (1837).
Los estudios de sus trabajos menos conocidos, como el libro de viajes Caminatas en Alemania e Italia (1844) y sus artículos biográficos, incluido en la obra de Dionysius Lardner Cabinet Cyclopaedia (1829–1846) apoyan el punto de vista de que Mary Shelley continuó siendo una política radical a lo largo de su vida.
Las obras
Las obras de Mary Shelley a menudo argumentan que la cooperación y la compasión, particularmente las practicadas por las mujeres en sus familias, son las formas de reformar a la sociedad civil. Esta visión constituyó un desafío directo al romanticismo individual promovido por Percy Shelley y a las teorías políticas educativas articuladas por su padre, William Godwin. Mary Shelley entrevió cómo el sueño de la razón –al menos la de la Revolución Industrial– puede generar monstruos, una quimera que dejó plasmada en su Frankestein o el moderno Prometeo.
Aunque Frankestein es considerada la primera historia de ciencia ficción de la historia, vale apuntar que no son pocos los literatos que señalan que en Europa del Este o en Medio Oriente ya habría antecedentes en ese sentido como la concepción mitológica del Gólem, a lo que habría que agregar los trabajos elaborados en culturas como la japonesa, tan aficionada al fetichismo y a los caparazones.
Los griegos sentaron también la base en algunas leyendas en las que se corrompe el destino de los hombres.
Fue entonces que el colapso del capitalismo derivó en discursos menos tecnológicos y en la reencarnación de criaturas consideradas monstruosas, así como en fantasmas o demonios, incluso en algunos casos despersonalizados con rasgos técnicos.
Del diario de William Godwin
El creador del diario sobre Mary Shelley en las páginas del mismo reveló que su madre murió de una infección posparto tras dar a luz, por lo que ella y su media hermana mayor, Fanny Imlay, la hija de Wolstonecraft con el americano Gilbert Imlay serían criadas por su padre.
A un año de la muerte de su esposa, Godwin publicó “Memorias”, de la autora de “Una Vindicación de los Derechos de la Mujer” (1798), la cual consideró como “un sincero tributo de añoranza hacia ella. Debido a que Memorias señalaba los amoríos de Wollstonecraft y la existencia de su hija ilegítima.
La obra fue considerada escandalosa. Si se juzgan a partir de las cartas de Louisa Jones, ama de llaves y enfermera de William Godwin, los primeros años de Mary fueron felices. Sin embargo, las deudas acosaban a Godwin y, sintiendo que no podría criar a sus hijas solo, comenzó a buscar una segunda esposa.
En diciembre de 1801, se casó con Mary Jane Clairmont, una mujer que ya tenía dos hijos: Charles y Claire. A la mayoría de los amigos de Godwin le desagradó su nueva esposa, describiéndola como temperamental y conflictiva; pero Godwin fue muy devoto de ella y el matrimonio fue exitoso. Mary Godwin, por su parte, llegó a detestar a su madrastra.
El biógrafo del siglo XIX de William Godwin, C. Kegan Paul, más tarde sugirió que la Sra. Godwin había favorecido a sus propios hijos sobre los de Mary Wollstonecraft. Juntos, los Godwin crearon una firma editorial llamada M. J. Godwin, que vendía libros para niños y artículos de papelería, mapas y juegos. Sin embargo, el negocio no tuvo éxito y Godwin se vio obligado a pedir prestadas grandes sumas de dinero para mantenerlo.
Lluvia de deudas
Sus deudas fueron creciendo progresivamente, aumentando también así sus problemas. Para 1809, el negocio de Godwin estuvo a punto de ser cerrado y el escritor quedó «al borde de la desesperación».
Godwin logró salvarse de la cárcel por moroso gracias a filósofos entusiastas tales como Francis Place, quien le prestó dinero para que pagase sus deudas.
El Polygon, en Somers Town, entre Canden Town y St. Pancras, es donde Mary Godwin nació y pasó sus primeros años. Aunque Mary Godwin recibió una educación muy informal, su padre la instruyó en muy diversas materias. A menudo enseñaba a sus hijos con métodos educacionales antiguos y ellos tenían acceso a su biblioteca.
Además, tenían contacto con el gran número de intelectuales que los visitaban, incluyendo al poeta romántico Samuel Taylor Coleridge y al antiguo vicepresidente de los EE.UU., Aaron Burr. Godwin admitió que no estaba educando a sus hijos según la filosofía de Mary Wollstonecraft, filosofía que se vio expresada en obras tales como Una Vindicación de los Derechos de la Mujer (1792).
Mary Godwin, sin embargo, recibió una educación avanzada para una niña de su época. Tuvo una institutriz y una tutora, y leyó varios de los libros para niños de su padre sobre historia antigua de Roma y Grecia en su lengua original. Durante seis meses, en 1811, vivió en un internado en Ramsgate.
«Singularmente valiente»
Su padre la describió a los quince años como una chica “singularmente valiente, un tanto impetuosa y de mente abierta. Sus ansias de conocimiento son enormes, y su perseverancia en todo lo que hace es casi invencible”.
En junio de 1812, su padre envió a Mary a vivir unos meses con la familia del radical disidente William Baxter, ubicada cerca de Dundee, Escocia. Los historiadores han especulado con que ella fue enviada fuera del país por motivos de salud, para protegerla del lado sórdido de los negocios, o para introducirla en la política radical.
En el verano de 1813, Mary Godwin regresó a Escocia, viviendo en la casa de Baxter en compañía de sus cuatro hijas durante diez meses más. En la introducción de Frankenstein, de 1831, ella escribió: “Imaginé este libro allí. Fue bajo los árboles que rodean la casa, o en las desiertas laderas de las montañas cercanas, donde tuvieron lugar mis primeras ideas genuinas y los primeros vuelos de mi imaginación”.
Percy Bysshe Shelley se inspiró en el radicalismo de la obra de Godwin Justicia Política (1973). Cuando el poeta Robert Southey conoció a Shelley, sintió como si estuviese viéndose a sí mismo en la década de 1790, según el retrato de Amelia Curran (1819). Mary Godwin debió conocer al poeta y filósofo radical Percy Bysshe Shelley en el intervalo en sus dos viajes a Escocia.
En esa época, cuando ella volvió a su hogar por segunda vez el 30 de marzo de 1814, Percy Shelley se había separado de su esposa y visitaba regularmente a William Godwin, a quien le había prometido librarlo de sus deudas. El radicalismo de Percy Shelley, principalmente sus ideas políticas, influenciadas por la obra Justicia Política, lo había alejado de su rica familia aristocrática: ellos querían que fuese un hacendado, pero él quiso donar grandes cantidades del dinero familiar a proyectos de caridad.
A partir de entonces, Percy Shelley tuvo dificultades para tener acceso al dinero; esto fue así hasta que heredó la finca familiar, puesto que su familia no quería que lo desperdiciase en proyectos de «justicia política». En cualquier caso, tras varios meses de promesas, Shelley anunció que no podría o no querría pagar las cuentas de Godwin, quien reaccionó con furia y se sintió traicionado.
Encuentros secretos
Mary y Percy comenzaron a encontrarse secretamente en la tumba de Mary Wollstonecraft, en St. Pancras Churchyard; se enamoraron apasionadamente cuando ella tenía diecisiete años y él veintidós, pero, para desgracia de Mary, su padre desaprobó la relación y trató de frustrarla para salvar la «reputación impecable» de su hija. Fue aproximadamente al mismo tiempo que Godwin descubrió que Shelley no le pagaría sus préstamos.
Mary, quien más tarde reconoció en una carta “su cariño excesivo y romántico hacia su padre”, quedó consternada. Veía a Percy Shelley como la personificación de las ideas reformistas y liberales de sus padres durante la década de 1790, particularmente el punto de vista de William Godwin de que el matrimonio era un monopolio represivo.
Esto lo había afirmado en su edición de 1793 de “Justicia Política”, aunque más tarde se había retractado. El 28 de julio de 1814, la pareja escapó secretamente a Francia, llevándose consigo a la hermanastra de Mary, Claire Clairmont. Tras convencer a Mary Jane Godwin, que los había perseguido hasta Calais, de que no querían regresar, los tres viajaron a París, y luego a través de Francia hacia Suiza. Mary Shelley dijo en 1826 que “estaba actuando en una novela, encarnando un romance”.
Mientras viajaban, Mary y Percy leyeron obras de Mary Wollstonecraft y otros autores, mantuvieron un diario y continuaron sus propios trabaos como escritores.
En Lucerna, la falta de dinero los obligó a regresar. Viajaron por el Rin y por tierra, hasta el puerto holandés de Marsluys, llegando a Gravesend Kent, el 13 de septiembre de 1814.
La situación que esperaba a Mary Godwin en su regreso a Londres estaba sembrada de complicaciones, algunas de las cuales no había previsto. Probablemente antes o durante el viaje, quedó embarazada.
Ella y Percy no tenían dinero y, para sorpresa de Mary, su padre se negó a ayudarla. La pareja se estableció con Claire en la casa de Somers Town, y más tarde se mudó a Nelson Square.
Mantuvieron su programa intenso de lectura y escritura y recibieron a los amigos de Percy Shelley, tales como Thomas Jefferson Hogg y al escritor Thomas Love Peacock. Percy Shelley, en ocasiones, abandonaba su casa por períodos cortos para eludir a los acreedores y las cartas angustiadas de la pareja revelan su dolor durante esas separaciones.
Embarazada y a menudo enferma, Mary Godwin tuvo que resignarse a aceptar la felicidad de Percy Shelley ante el nacimiento de un hijo con su mujer Harriet Shelley, a finales de 1814, así como sus constantes coqueteos con Claire Clairmont. Se consolaba parcialmente con las visitas de Hogg, quien al principio le desagradaba pero pronto comenzó a considerar un amigo.
Posiblemente Percy Shelley quiso que Mary Godwin y Hogg se convirtiesen en amantes. Mary no descartó la idea, ya que en principio creía en el amor libre. Pese a todo, amaba a Percy Shelley y al parecer no tuvo más que un flirteo con Hogg. El 22 de febrero de 1815, dio a luz a una niña dos meses prematuros, que no se esperaba que sobreviviese.
“Mi bebé está muerto”
El 6 de marzo del mismo año, le escribió a Hogg: Querido Hogg, “Mi bebé está muerto. Ven a verme tan pronto como puedas, deseo verte. Estaba perfectamente bien cuando me fui a dormir; desperté en la noche para alimentarla y parecía estar «durmiendo» tan profundamente que no quise despertarla.
Entonces ya había muerto, pero no me di cuenta de ello hasta la mañana siguiente. Por su apariencia seguramente murió de convulsiones. Ven, eres una criatura tan buena, y Shelley tiene miedo de que el bebé haya sufrido fiebre por la leche. Por el momento ya he dejado de ser madre”.
La pérdida de su hija causó depresión a Mary Godwin, quien comenzó a tener múltiples visiones del bebé. Sin embargo, volvió a quedar embarazada y se recuperó durante el verano. Al morir su abuelo, Sir Bysshe Shelley, las finanzas del poeta se recuperaron; la pareja tomó vacaciones en Torquay y más tarde alquiló una casa de campo en Bishopsgate, al borde de Windsor Great Park.
Se sabe muy poco sobre este período en la vida de Mary Godwin, ya que su diario desde mayo de 1815 hasta julio de 1816 se ha perdido. En Bishopsgate, Percy escribió su poema “Alastor”; y el 24 de enero de 1816, Mary dio a luz a su segundo hijo, William, nombrado de esta forma por su padre, y al que apodaron «Willmouse».
El borrador de Frankenstein
En mayo de 1816, Mary Godwin, Percy Shelley y su hijo viajaron a Ginebra con Claire Clairmont. Planeaban pasar el verano con el poeta Lord Byron, cuyo reciente romance con Claire había devenido en un embarazo de ésta. El grupo llegó el 14 de mayo de 1816 a Ginebra, donde Mary comenzó a llamarse a sí misma «Sra. Shelley».
Byron se unió el 25 de mayo con su joven médico John Willians Polidori y alquilaron la Villa Diodati, en cercanías al lago de Ginebra en Cologny y Percy Shelley alquiló un edificio más pequeño llamado Maison Chapuis, ubicado en las cercanías. Disfrutaron mucho tiempo escribiendo, navegando en el algo y conversando hasta las madrugadas.
Devolver la vida a un cadáver
Mary Shelley, en 1831, describió el verano como «húmedo y poco amable en lo que respecta al clima, “ya que la lluvia incesante nos obligó a encerrarnos durante días en la casa». Entre otros temas, las conversaciones se basaban en los experimentos del filósofo del siglo XVIII Erasmus Darwin, del que se decía que había animado materia muerta, y de la posibilidad de devolverle la vida a un cadáver o a distintas partes del cuerpo. Sentados alrededor de una fogata en la villa de Byron, el grupo también se entretenía leyendo historias alemanas de fantasmas.
Esto llevó un día a Byron a sugerir que cada uno escribiese su propia historia sobrenatural. Poco después, durante un sueño, Mary Godwin concibió la idea de Frankenstein.
“Vi, con los ojos cerrados, pero con una nítida imagen mental, al pálido estudiante de artes impías, de rodillas junto al objeto que había armado. Vi al horrible fantasma de un hombre extendido y que luego, tras la obra de algún motor poderoso, éste cobraba vida, y se ponía de pie con un movimiento tenso y poco natural.Debía ser terrible; dado que sería inmensamente espantoso el efecto de cualquier esfuerzo humano para simular el extraordinario mecanismo del creador del mundo”, se expresó meditabunda Mary Godwin.
Comenzó a escribir lo que asumió que sería una historia corta. Con la ayuda de Shelley, amplió el cuento hasta convertirlo en su primera novela, «Frankenstein o el Moderno Prometeo«, publicada en 1818. Más tarde describió el verano en Suiza como “el momento en que por primera vez salté de la infancia a la vida real”.
Suicidios encubiertos
En su regreso al Reino Unido en septiembre, Mary y Percy se mudaron —junto con Claire Clairmont, que se alojó en un edificio cercano a ellos— a Bath, donde esperaban mantener en secreto el embarazo de Claire. En Colonia, Mary Godwin había recibido dos cartas de su hermana Fanny Imlay, quien le escribió sobre su “vida poco infeliz”; el 9 de octubre, Fanny escribió una “carta alarmante” desde Bristol que hizo que Percy Shelley fuese rápidamente a buscarla, sin éxito.
En la mañana del 10 de octubre, Imlay fue encontrada muerta en una habitación de una posada en Swansea , junto con una nota suicida y una botella de láudano. El 10 de diciembre, la esposa de Percy Shelley, Harriet, fue descubierta ahogada en el lago Serpentine del Hyde Park de Londres. Ambos suicidios fueron encubiertos. La familia de Harriet obstaculizó los esfuerzos de Percy Shelley y Mary Godwin para asumir la custodia de los dos hijos de Harriet.
Sus abogados aconsejaron al poeta reforzar su posición casándose; así, él y Mary, quien estaba embarazada, otra vez, se casaron el 30 de diciembre de 1816 en la Iglesia St. Mildred, en Bread Street, Londres. Godwin y su esposa estuvieron presentes y la boda terminó con las discordias familiares.
Claire Clairmont dio a luz a una niña el 13 de enero, inicialmente llamada Alba, y luego Allegra Byron. En marzo de ese año, la Corte declaró que Percy Shelley no era capaz de mantener la custodia de sus hijos, por lo que los ubicaron con la familia de un sacerdote. También en marzo, los Shelley se mudaron con Claire y Alba a Albion House en Marlow, Buckinghamshire, un edificio grande y húmedo ubicado sobre el río Támesis.
Allí Mary Shelley dio a luz a su tercera hija: Clara, el 2 de septiembre. En Marlow, recibieron a sus nuevos amigos Marianne y Leigh Hunt, y siguieron escribiendo, discutiendo a menudo sobre política. A principios del verano de 1817, Mary Shelley terminó Frankenstein, obra que fue publicada anónimamente en enero de 1818.
Los críticos y lectores asumieron que Percy Shelley era el autor, ya que el libro había sido publicado con su prólogo y dedicado a su héroe político William Godwin. En Marlow, Mary editó el diario del viaje del grupo a través del continente, llevado a cabo en 1814, añadiendo material escrito en Suiza en 1816, junto con el poema de Percy: «Mont Blanc».
El resultado fue Historia de una excursión de seis semanas, publicado en noviembre de 1817. Ese otoño, Percy Shelley debió salir a menudo de Londres para evadir a los acreedores. La amenaza de prisión, combinada con su pobre salud y el temor a perder la custodia de sus hijos, contribuyó a la decisión de la pareja de abandonar Inglaterra y vivir en Italia el 12 de marzo de 1818, llevándose a Claire Clairmont y a Alba con ellos. No tenían intención de regresar.
Existencia nómada
Una de las primeras tareas del grupo al llegar a Italia fue acercar a la niña Alba a Byron, quien vivía en Venecia. Este había accedido a criarla, dado que Claire ya no podía continuar encargándose de ella. Los Shelley, desde entonces, llevaron una existencia nómada, sin que nunca se establecieran en un lugar determinado por mucho tiempo.
En el camino, acumularon un círculo de amigos y conocidos que a menudo se mudaban con ellos. La pareja dedicó su tiempo a escribir, estudiar, leer y entablar nuevas amistades. La aventura en Italia estuvo, sin embargo, eclipsada para Mary Shelley por el fallecimiento de sus dos hijos: Clara, en septiembre de 1818 en Venecia, y William, en junio de 1819 en Roma. Estas pérdidas la sumergieron en una profunda depresión que la aisló de Percy Shelley.
El nacimiento de su cuarto hijo, Percy Florence, el 12 de noviembre de 1819, finalmente reconfortó su espíritu, aunque mantuvo la memoria de sus hijos perdidos hasta el final de su vida. Italia proporcionó a los Shelley, a Byron y a otros exiliados, una libertad política que no existía en Inglaterra. A pesar de haber sido el escenario de las pérdidas de sus hijos, Italia se convirtió para Mary Shelley en “un país cuyo recuerdo está pintado como un paraíso”.
Sus años en Italia estuvieron repletos de actividades intelectuales y creativas, tanto para Mary como para Percy. Mientras que él compuso una serie de poemas, ella escribió la novela autobiográfica Mathilda, la novela histórica Valperga y las obras de teatro Prosperine y Midas. Debió lidiar con el interés de Percy en otras mujeres, tales como Sophia Stacey, Emilia Viviani y Jane Williams.
Mary Shelley compartía su creencia en el amor libre, por lo que formó vínculos amorosos entre los hombres y las mujeres de su círculo. Se sintió particularmente atraída por el revolucionario griego Alexandros Mavrokordatos y trabó una duradera amistad con la pareja de Jane y Edward Willians.
En diciembre de 1818, los Shelley viajaron con Claire Clairmont y sus sirvientes a Nápoles, donde vivieron durante tres meses recibiendo solo la visita de un médico. En 1820, se vieron inundados por las acusaciones y amenazas que les lanzaban Paolo y Elise Foggi, antiguos criados que Percy Shelley había despedido en Nápoles poco después del matrimonio de los Foggi.
La pareja reveló que el 27 de febrero de 1819 en Nápoles, Percy Shelley había registrado como hijo suyo y de Mary Shelley a una niña de dos meses llamada Elena Adelaide Shelley. Los Foggi también dijeron que Claire Clairmont era la madre del bebé. Los biógrafos ofrecieron varias interpretaciones de estos eventos: que Percy Shelley decidió adoptar a un niño italiano; que el bebé era suyo con Elise, Claire o una mujer desconocida; o que era de Elise y Byron. Mary Shelley insistió en que ella habría sabido si Claire hubiese estado embarazada, pero no está claro cuánto sabía sobre su hermanastra en realidad.
Los eventos en Nápoles, una ciudad que Mary Shelley más tarde describió como un paraíso habitado por demonios, permanecen rodeados de misterio. Lo único claro es que ella no fue la madre de la niña. Elena Adelaide Shelley murió en Nápoles el 9 de junio de 1820. En el verano de 1822, Mary, embarazada, se mudó con Percy, Claire y Edward y Jane Williams a la aislada Villa Magni, al borde del mar cercano a la aldea de San Terenzo, en la bahía de Lerici. Una vez que se establecieron allí, Percy le dio la mala noticia a Claire de que su hija Allegra había muerto de tifus en un convento en Bagnacavallo.
Mary Shelley no era feliz en la pequeña y remota Villa Magni, a la que describió como un calabozo. El 16 de junio sufrió un aborto espontáneo, que le causó una gran pérdida de sangre y la dejó en peligro de muerte.
En lugar de esperar a un médico, Percy la hizo sentarse en una bañera cubierta de hielo para detener el sangrado, un acto que el médico reconoció como el que salvó la vida de Mary.
Percy pasó más tiempo con Jane Williams que con su deprimida y debilitada esposa. La mayor parte de los poemas que Shelley escribió en San Terenzo estaban dedicados a Jane en lugar de a Mary. La cercanía de la costa les ofreció a Percy Shelley y a Edward Williams la oportunidad de disfrutar una distracción para el verano, esto es un nuevo velero. El barco había sido diseñado por Daniel Roberts y Edward Trelawny , un admirador de Byron, quien se había unido al grupo en enero de 1822.
El 1 de julio de 1822, Percy Shelley, Edward Williams y el Capitán Daniel Roberts partieron con rumbo sur desde la costa de Livorno. Allí Percy Shelley debatió con Byron y Leigh Hunt el lanzamiento de una revista radical que se llamaría The Liberal. Él y Edward Williams comenzaron el viaje de regreso a Lerici con su guía de dieciocho años, Charles Vivian. Nunca alcanzaron su destino.
El 8 de julio llegó una carta a Villa Magni de Hunt a Percy Shelley, diciendo “te rogamos que nos escribas para decirnos cómo regresaste a tu hogar, ya que se dice que sufriste un tiempo adverso cuando partiste el lunes y estamos ansiosos”. “El papel se me cayó de las manos”, le dijo Mary a una amiga, más tarde.
Ella y Jane Williams fueron desesperadamente a Livorno y luego a Pisa con la esperanza de que sus esposos aún estuviesen vivos. Diez días después de la tormenta, aparecieron tres cuerpos en la costa cercana a Viareggio , a mitad de camino entre Livorno y Lerici, en la costa del mar Tirreno. (Jackemate.com)