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Argentina, en materia ferroviaria, sigue teniendo una visión centralista o unitaria. Toda compra de material ferroviario, especialmente a España y Portugal, queda únicamente para su uso en los principales corredores de la provincia de Buenos Aires. Y es así porque hubo una nueva compra de trenes Talgo que iban ser la estrella del verano para cubrir el trayecto entre las estaciones de Constitución, en Capital Federal, y Mar del Plata.  

A principios de octubre, el secretario nacional de Transporte, Juan Pablo Schiavi, suscribió con la empresa española RENFE la compra de seis trenes Talgo IV y seis locomotoras diesel eléctricas que iban a ser utilizados para mejorar los servicios a Mar del Plata, a través del corredor de la linea General Roca.

Según el matutino porteño ‘Clarín’, del total del paquete adquirido por casi $ 90 millones, arribaron en noviembre pasado dos formaciones Talgo de nueve coches cada uno y las seis locomotoras.

Tras comprobarse que estaba vencida la exención impositiva para esa clase de bienes, la Aduana argentina bloqueó el uso de los trenes hasta que se regularice la situación fiscal.

Pero como siempre ocurre por estos parajes del mundo, a través de un decreto presidencial, de principios de diciembre, se eximió del pago de impuestos a las locomotoras y trenes importados.

Los trenes españoles ahora tienen que ser sometidos a las pruebas de rigor para ver cómo se comportan en las vías locales y obtener así la habilitación técnica de la Comisión Nacional Reguladora del Transporte.

Luego, la Secretaria de Transporte tendrá que definir el contrato de mantenimiento que acordó con RENFE y también resolver a quién le da la operación de los trenes.

En los últimos años, sin una verdadera y eficiente política Ferroviaria, se ha abandonado a la Argentina, un país con una de las cinco llanuras más extensa del planeta, a carecer de servicios de trenes de pasajeros al resto del país por sus principales troncales.

La presión sindical y empresaria, especialmente de Camioneros, ha hecho que un país llano como la Argentina, carezca de servicios de trenes de pasajeros para su población se mueva más rápido, ágil, cómoda y segura por el país como era en otrora, cuando existía Ferrocarriles Argentinos, la empresa estatal encargada de las operaciones ferroviarias de pasajeros y de carga en todo el país.

Actualmente, y de una manera ineficiente, se están cumpliendo servicios locales y metropolitanos en Capital Federal y en el Gran Buenos Aires, hasta el tercer o cuarto cordón bonaerense.

En el resto del país, solamente fletan servicios de pasajeros las empresas Ferrocentral (Córdoba-Rosario-Capital Federal y San Miguel de Tucumán-Rosario-Capital Federal) y de Federico Lacroce a estación Posadas, en Misiones, por las vías del Ferrocarril Urquiza y a través del llamado tren ‘El Gran Capitán’.

Por ello, cuando extranjeros que nos vienen a conocer llegan a la aeroestación internacional de Ezeiza o Ministro Pistarini, incrédulos se preguntan –y con total sentido común- cómo es posible que un país con tanta llanura no tenga servicios de trenes de pasajeros como ocurre en otros países europeos mayormente surcados por montañas y sierras. (Jackemate.com)

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