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Por Ricardo Marconi (*)

Al momento de gestarse esta columna, -teniendo paralelamente en el aeropuerto de Kabul como fondo disparos, explosiones, gritos y corridas -, el Departamento de Estado norteamericano continuaba conversaciones diplomáticas con los talibanes en la ciudad de Doha, Qatar.

Mientras esto sucede, las negociaciones, calificadas de caóticas, se suceden en las calles de Kabul, donde militares estadounidenses se mantienen en comunicación con los militantes talibanes para discutir temas relacionados con la seguridad en torno al aeropuerto.

El comandante de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán, almirante Peter Vasely, negocia con su contraparte talibán para que se respete la vida de los norteamericanos y afganos que esperan irse del país.

Las fuerzas de Estados Unidos aseguraron el aeropuerto para garantizar los vuelos de evacuación que están despegando, pero la embajada del país del Norte, no puede asegurar el paso de los estadounidenses que intentan llegar al aeropuerto, a la vez que la CNN viene informando que los Afganos son objeto de violencia e intimidación cuando se dirigen a la pista de donde salen los vuelos.

Un diplomático aseveró que la cadena de mandos talibán “no es perfecta” y los talibanes actúan por su cuenta en muchas oportunidades.

El aeropuerto Hamid Karzai está controlado por soldados de la 10º División de Montaña de EE.UU., en Kabul.

El ex embajador de Norteamérica en Afganistán, John Bass fue enviado a Kabul para ayudar a los diplomáticos a restablecer el orden en el aeropuerto y facilitar la salida de las naves sin tener que hacer uso de las fuerzas de operaciones especiales fuera del aeropuerto para recuperar estadounidenses varados.

El consejo de Seguridad Nacional decidió que las fuerzas militares de EE.UU. deben permanecer en el aeropuerto, debido a que no poseen la capacidad para aventurarse más allá del aeropuerto, a pesar de que los talibanes están golpeando a los afganos que pretenden pasar.

Vasely se comunica una vez por día, como mínimo, con el comandante talibán apostado fuera del aeropuerto, según el portavoz John Kirby, quien agregó que los talibanes no pretenden ingresar al aeropuerto.

El presidente Joe Biden admitió que sus soldados permanecerán en Afganistán “hasta que se pueda evacuar al último de los estadounidenses y afganos que quieran irse, puedan hacerlo”, lo que implica, de hecho, una ampliación del plazo previsto

Precisamente, el asesor de Seguridad Nacional Jake Sullivan, recalcó que el calendario de la presencia militar en EE.UU. en Kabul se está discutiendo con los talibanes.

Es más, la herramienta del Tesoro de Estados Unidos para congelar miles de millones en las instituciones de Norteamérica y evitar que Afganistán tenga acceso a los activos del Fondo Monetario Internacional se ha vuelto de suma importancia para mantener la cooperación de los guerrilleros respecto de las evacuaciones del aeropuerto.

Hay que dejar precisado que el Departamento de Estado no produjo ningún traspaso de poder y no ha dejado claro a quien reconoce el Estado norteamericano como líder de Afganistán, tras la huida de Ashraf Ghani de Kabul con un avión, desde Kabul, y dos helicópteros llenos de dinero.

La llegada del Director de Planificación Política del Departamento de Estado, Salman Ahmed, indicaba que la administración de Joe Biden consideraba que necesitaba refuerzos a medida que la situación sobre el terreno en Afganistán se deterioraba por momentos y aumentaba la frustración por el hecho de que las conversaciones en Doha no habían producido ningún compromiso de avance por parte de los talibanes.

En el Capitolio los legisladores hablan sobre la evacuación connacionales de Afganistán

El general Frank Mackenzie, comandante del Mando Central de Estados Unidos, también participó en las conversaciones de Doha y “las discusiones entre EE.UU. y los talibanes se han centrado en gran medida en el paso seguro para los estadounidenses y afganos que intentan dirigirse al aeropuerto para abandonar el país”, dijo una fuente familiarizada con las discusiones.

También se está discutiendo una amplia gama de opciones en torno a cómo serán las próximas semanas y los próximos meses, incluida la posibilidad de ampliar la presencia estadounidense en el aeropuerto de Kabul más allá de finales de mes, dijo la fuente.

Frustración en el Capitolio

En el Capitolio, la falta de claridad por parte de la administración fue una fuente de frustración bipartidista el miércoles pasado, durante las sesiones informativas para algunos legisladores del Senado y la Cámara de Representantes sobre Afganistán, según dos fuentes familiarizadas con las sesiones a puerta cerrada.

Los legisladores de ambos lados del pasillo han pedido a Biden que amplíe el plazo si es necesario para sacar a todos los estadounidenses del país.

«Los demócratas y los republicanos están furiosos… tenemos que sacar a la gente de allí», dijo una fuente del Congreso tras la llamada del jueves con funcionarios de la administración.

«No nos estaban dando ningún tipo de información específica», añadió la fuente. «Tengo gente en la puerta que necesita salir, ¿qué se supone que debo decirles?».

El papel de Karzai

El expresidente de Afganistán, Hamid Karzai, asumió un papel activo en las negociaciones, reuniéndose con oficiales talibanes junto al presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdullah Abdullah, una figura clave en las conversaciones de Doha.

Según Abdullah, las dos delegaciones «intercambiaron opiniones sobre la seguridad de los ciudadanos en Kabul y en todo Afganistán, la unidad y la cooperación para el futuro del país».

Un diplomático europeo dijo que Estados Unidos y los aliados occidentales han subrayado su intención de actuar de forma concertada cuando decidan cómo abordar un Afganistán dirigido por los talibanes, en parte para maximizar su influencia en todos los frentes.

«Es importante que cualquier reconocimiento de un nuevo gobierno de Afganistán se produzca de forma conjunta y no unilateral», dijo esta persona, «por lo que queremos ver una respuesta internacional unificada para alcanzar una solución política y evitar un desastre humanitario». (Jackemate.com)

 

Licenciado en Periodismo – rimar9900@fibertel.com.ar

 

 

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