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La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a través del servicio de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), actualizó su proyección de maíz, soja y trigo para la campaña 2010/11, precisando que, en lo que respecta al primer grano, quedan atrás los temores de rindes de 55 qq/ha como los registrados en la campaña 2008/09 pero, como las lluvias llegaron tarde, la producción sería un 12% menor a la del año pasado con una productividad unitaria nacional de 63 qq/ha. En el caso del trigo de la campaña 2010/11 distintas correcciones en rinde permitieron reajustar la producción a 14,4 millones de toneladas. En cambio en soja, se pronostica la cosecha 2010/11 en 48,5 millones de toneladas, con ajustes de área y trabajando con proyecciones de rendimiento.

En un comunicado, la entidad bursátil rosarina indica que “a pesar de una sequía muy fuerte y condiciones termo hídricas extremas, entre diciembre y enero, la anticipación (del fenómeno climático) de ‘La Niña’ permitió que los productores que optaban por el maíz tomaran recaudos con respecto a las fechas de siembra y al manejo de lotes, lo que limitó la obtención de mayores pérdidas”.

Puntualiza que “si bien hubo algunas mejoras en las condiciones para el llenado de granos, las lluvias llegaron tarde en las principales regiones productoras, y la falta de agua pegó de lleno sobre el maíz en la época en la que definía el tamaño de la espiga”.

Más adelante, por las proyecciones de su servicio, estima rendimientos “muy dispares, de acuerdo con las lluvias ocurridas alrededor de floración en cada región”, aunque aclara que “las últimas precipitaciones registradas han mejorado el aspecto general del cultivo, y favorecerán el llenado de granos”.

Sin embargo, la BCR sostiene que “los rindes potenciales se vieron afectados, con mermas de entre 15% y 50% según zona, respecto del año pasado”, para luego señalar que “en cuanto a los registros térmicos, las marcas máximas fueron extremas, con valores que superaron los 40° C. Estas temperaturas afectaron severamente a los cultivos, generando alta evaporación y síntomas de marchites generalizados”.

Además, señala que se incrementó la superficie destinada a forraje donde las condiciones fueron más desfavorables. Muchos lotes con destino grano se picaron para silo, a causa de la mala performance que presentaron”.

Por estos motivos, la BCR estima un rinde promedio nacional de 63 qq/ha y dice que “el impacto de las condiciones adversas en la productividad unitaria no logró contrarrestarse con el incremento interanual del 15% en la superficie maicera, la que habría alcanzado a poco más de 3,9 millones de ha. De allí que la disminución de la producción de maíz 2010/11 sea del 12%, estimándose una cosecha de 19,7 millones de toneladas”.

Sigue subiendo la estimación de trigo

En otro tramo del comunicado, hace mención que se realizaron ajustes en el rinde de trigo, pasándose de 31 a 32,3 qq/ha, lo que lleva a elevar la estimación de la cosecha 2010/11 del cereal a 14,4 millones de toneladas, con una superficie sembrada a nivel nacional de 4.495.000 ha.

“Los incrementos se dieron mayormente en las productividades unitarias del sudeste bonaerense, destacándose la zona de influencia de Tres Arroyos, donde los rindes promedio conseguidos serían de 38 qq/ha”, puntualiza.

Con respecto al cultivo de soja, dice que se hicieron ajustes de superficie, llevándola a casi 19 millones de hectáreas para este ciclo 2010/11, reafirmando la cobertura de un área récord, con una variación del 1,6 % con respecto al año pasado.

En ese sentido, precisa que “con un rinde nacional proyectado en 26 qq/ha, cifra sujeta al progreso futuro de los cultivos, la producción nacional de la oleaginosa podría ascender a 48,5 millones de toneladas”.

Ante la mayor cobertura de trigo que se registró en la presente campaña, la BCR destaca que el área de soja de segunda implantación vuelve a los porcentajes históricos de participación sobre el total sembrado con soja en el país.

“Mientras que la soja de primera sufrió la escasez de humedad, compensada en parte por los aportes de agua de fines de enero, la de segunda permite albergar buenas expectativas en cuanto a rendimiento”, afirma.

Las lluvias de fines de enero

E indica seguidamente que “para el cultivo de soja, las lluvias de fines de enero tuvieron un marcado impacto favorable, más aun considerando lo avanzado de sus etapas reproductivas. La soja de primera se encuentra, en general, en buenas condiciones, entre floración y llenado de granos”.

De cualquier manera, para mantener esta reacción positiva, la entidad dice que se deberían seguir las lluvias durante el mes de febrero y principios de marzo, sobre todo donde los acumulados fueron menores.

“Las áreas más comprometidas se dan principalmente hacia el sur de Santa Fe y Córdoba y noroeste de Buenos Aires, donde la humedad es escasa”, explica, para luego señalar: “En cuanto a enfermedades, éstas no han tenido alta incidencia hasta el momento, dadas las condiciones de la campaña”.

También precisa que “se siguen reportando ‘septoria’ y ‘mancha ojo de rana’ en bajos niveles, para las cuales se están realizando tratamientos, principalmente en forma preventiva. Con respecto a las plagas, se destaca la presencia generalizada de arañuela en los lotes, marcando la escasez de humedad que predominó en la campaña”, concluye. (Jackemate.com)

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