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Por Ricardo Marconi (*)

El Hezboallah o Hizbullá (en su forma menos castellana) o Partido de Dios es una organización islámica musulmana chií libanesa que cuenta con un brazo político y otro paramilitar. Fue fundado en el Líbano en 1982, como respuesta a la intervención israelí en ese momento y entrenado y organizado por un grupo de la Guardia Revolucionaria de Irán, de la que recibiría armas y apoyo financiero.

La forma en que Irán mostró su apoyo militar al presidente sirio Bashar al Assad en contra de los rebeldes fue enviando milicianos de Hezboallah para combatir junto a los sirios.

Es, junto con el Movimiento Amal, la principal expresión política y militar de la comunidad chií, siendo considerada como una organización terrorista por Australia, Canadá Reino Unido, Países Bajos, Francia, Israel, Baréin, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo y Egipto, mientras que para el mundo árabe Hezboallah “es un movimiento de resistencia legítimo”.

La influencia irania

Especialistas en el análisis del tráfico de estupefacientes aseguraron que la isla Margarita vendría sirviendo desde hace 19 años como un centro de tráfico de drogas para el Hezboallah y el grupo terrorista Hamas.

El almirante Kurt Tidd, en febrero de 2018, ante el Congreso norteamericano refirió que “el Hezboallah libanés posee una célula operativa activa en la región para ejecutar actos terroristas de alto impacto con ayuda de las Guardias Revolucionarias de Irán”.

Vale apuntar que la nómina parcial de secretarios generales de Hezboallah, desde 1989 se compuso con Subhi al-Tufayli (1989-1991); Abbas al –Musawi (1991-1992); y Ahassan Nasrallah, desde 1992.

Al momento de concretar esta columna, desde El Líbano hacia el norte de Israel fueron dirigidos misiles y se espera, en función de ello que este último Estado decida una respuesta militar.

La data de la inteligencia yanqui

Según la CIA, se estima que los chiíes aglutinan el 41% de la población libanesa. El Líbano se independizó el 22 de noviembre de 1943. Francia retiró su fuerza militar en 1946 y Hezboallah no se desarmó tras los acuerdos de Taif (en 1989), que pusieron fin a 15 años de guerra civil. Después de 1990 se libanizó mediante un proceso multiconfesional en términos religiosos y estratégicos.

En 1992 El Partido de Dios participa de las elecciones libanesas y ganó en las 12 circunscripciones en la que compitió electoralmente y para finales de ese año dialogaba con los cristianos libaneses.

Un quinquenio más tarde comenzó a luchar contra la ocupación israelí conformando una resistencia.

En el 2000 se retiró unilateralmente del sur del Líbano reivindicando las Granjas de Shebaa que Israel había arrebatado a Siria en 1967, siendo su devolución negada e implicando que Hezboallah que aumentara su popularidad, ya que luego penetró en la zona desalojada por el Tsahal, provocando la caída de la milicia cristiano-falangista libanesa y del proisraelí Ejército del Sur del Líbano (SLA) que fustigó a Israel, provocando como resultante que las Naciones Unidas instara al desmantelamiento de todas las milicias armadas  que operaban en El Líbano, lo que ha sido incumplido por el gobierno libanés argumentando que Hezboallah no es una milicia.

Que quiere el Hezboallah

Para dejar claro lo que los seguidores de Hezboallah intentan lograr, lo podemos resumir en:

  • La implantación de la República Islámica en el Líbano, a la vez que pretenden una democracia secular.
  • Expulsar a Israel del Líbano y luego eliminarlo.
  • Expulsar a los franceses, y estadounidenses para eliminar la influencia colonial.
  • Someter a los falangistas a juicio por los crímenes a musulmanes y cristianos.
  • Permitir la autodeterminación para elegir el sistema político.

La Carta Abierta del Hezboallah

El 30 de noviembre de 2009 Hassan Nasrallah, secretario general de Hezboallah, anunció un nuevo manifiesto político que fue aprobado durante la conferencia general del partido.

Hassan Nasrallah, secretario general del movimiento islámico libanés

El documento, de 32 páginas, abordó cuestiones que van desde el sistema político libanés, pasando por las armas de la organización, la cuestión de Palestina y las relaciones del Líbano a nivel internacional.

Este nuevo manifiesto contiene lenguaje que resta importancia a la retórica islamista y se centra más en la integración en su comunidad.

Contrariamente al manifiesto fundacional de 1985, el nuevo documento omite toda referencia al establecimiento de una República Islámica en el Líbano, país con una considerable población cristiana.

Además, el nuevo manifiesto pide la sustitución del sistema de controles y equilibrios confesionales, por una democracia.

Los analistas políticos que siguen de cera el accionar de Hezboallah en Latinoamérica opinan que “el principal problema en el sistema político libanés, es que impide su reforma, desarrollo y constante puesta al día por su   sectarismo político”.

No son pocos los que afirman que el hecho de que el sistema político libanés fuera establecido sobre una base sectaria constituye en sí mismo una fuerte restricción a los logros de la auténtica democracia, en los que una mayoría electa pueda gobernar y una minoría pueda ejercer la oposición, abriendo la puerta a una auténtica alternancia en el poder entre la coalición progubernamental y la oposición.

De este modo, la abolición del sectarismo es la condición básica para la implementación de la regla de la mayoría y la minoría.

Sin embargo y hasta que los libaneses puedan alcanzar a través de su diálogo nacional este sensible e histórico logro, que es la abolición del sectarismo político, y dado que el sistema político libanés descansa sobre unas bases de tipo sectario, la democracia consensual continuará siendo la base fundamental de gobierno en Líbano porque ella plasma el espíritu de la Constitución y la esencia de la convivencia recogida en la Carta.

De aquí, cualquier enfoque sobre los temas nacionales basado en la ecuación de la mayoría y la minoría habrá de esperar a que se den las condiciones históricas y sociales que permitan el ejercicio de una democracia efectiva en la que el ciudadano tenga valor en sí mismo.

Entretanto, los libaneses vivirán juntos en dignidad y con iguales derechos y obligaciones, lo que requiere una cooperación constructiva con el fin de consolidar el principio de la auténtica asociación, que constituye la fórmula más apropiada para proteger la diversidad y estabilidad tras una era de inestabilidad causada por las diferentes políticas basadas en la tendencia hacia el monopolio del poder y la exclusión.

La democracia consensual constituye una fórmula apropiada para garantizar la auténtica asociación y contribuye a abrir las puertas para que todo el mundo participe en la fase de construcción del estado garante.

Nuestra visión del Estado que queremos construir juntos en Líbano está representado por un Estado que preserve las libertades públicas; que busque la unidad nacional; que proteja la tierra, al pueblo y la soberanía del país; que tenga un ejército nacional, fuerte y preparado; que esté estructurado sobre la base de instituciones modernas, efectivas y que promuevan la cooperación, que esté comprometido con la aplicación de las leyes a todos los ciudadanos sin distinción; que garantice una representación parlamentaria correcta y justa sobre la base de una moderna ley electoral que permita a los votantes escoger sus representantes sin verse afectados por presiones; que dependa de personas cualificadas con independencia de cuáles sean sus creencias religiosas y que establezca mecanismos para la lucha contra la corrupción en la Administración; que disponga de un Poder Judicial independiente y no politizado.

A ello hay que agregar-según la carta abierta-, un Estado cuya economía promueva los sectores productivos y trabaje para fortalecerlos, en especial la agricultura y la industria; que aplique el principio de desarrollo equilibrado entre todas las regiones; que cuide a sus ciudadanos y les suministre los servicios adecuados; que se ocupe de la joven generación y ayude a los jóvenes a desarrollar sus energías y talentos; que trabaje para consolidar el papel de las mujeres en todos los niveles; que se ocupe de la educación y  para mejorar las escuelas y universidades oficiales y aplique el principio de la escolaridad obligatoria; que adopte un sistema descentralizado; que trabaje duro para frenar la emigración y que cuide a sus ciudadanos en todo el mundo y les proteja y se beneficie de sus conocimientos y posiciones para servir a la causa nacional.

Los enemigos de Hezboallah     

El manifiesto afirmó que los Estados Unidos e Israel continúan siendo los principales enemigos de Hizbullá. Además, se elimina la posibilidad de un debate abierto sobre su derecho a portar armas.

Hezboallah dispone de un poderoso e influyente canal de televisión por satélite (Al-Manar), que emite desde Líbano en árabe, inglés, español, francés y hebreo.

Fuerza armada.

Hezboallah es un verdadero ejército en el Líbano, pues dispone de armamento pesado, incluidos algunos blindados, misiles tierra-tierra de largo alcance Al-Fajr (240 mm) y Al-Fajr 5 (333 mm),misiles Toophan (versiones de los últimos misiles estadounidenses antitanque TOW que frente a los TOW convencionales guiados por un hilo conectado al lanzador éstos están guiados por radio, lo que les da mayor alcance), misiles C-802, suministrados por Irán, utilizados en la guerra de julio de 2006, uno de ellos dañaron la corbeta israelí Hanit Sa’ar 5 y causaron la muerte de 4 soldados de la marina de Israel.

A ello hay que agregar misiles sirios de 220 mm de alcance medio y piezas de artillería ligera, además de aviones no tripulados de fabricación iraní.

Hezboallah ha quedado como principal grupo armado en la zona suroriental, ocupando el vacío de poder que el escaso despliegue del Ejército libanés deja a lo largo de las fronteras con Siria e Israel.

Su mayor ofensiva fue un doble ataque suicida con camión bomba en Beirut, el 23 de octubre de 1983, en el que acabaron con la vida de 241marines y 58 paracaidistas.

Ese mismo año, y con apoyo de Siria, consiguieron hacer frente al Ejército israelí, hecho que volvieron a repetir en el verano de 2006 empleando 3.000 efectivos en el campo de batalla, pertenecientes a la denominada brigada Nasr «victoria» en árabe.

En 2003 EE. UU invadió Irak, expulsó a Saddam Hussein del poder y ordenó la disolución del Ejército Iraquí, así de la noche a la mañana 250.000 soldados quedaron desempleados, aunque armados y con entrenamiento militar. De esta manera, George Bush, en 24 horas ayudó a crear la insurgencia de Al Qaeda. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com

 

 

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