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Mientras un ataque mortal ruso con drones en Ucrania dejó, al menos, tres muertos en Odesa, al sudoeste ucraniano, donde también más de una veintena de personas resultaron heridas, el presidente Volodímir Zelenski confirma la contraofensiva esperada en esta primavera boreal contra las posiciones rusa.

«De repente, me cayeron encima yeso y escombros. No entendía nada. Abrí los ojos: ¡Humo!», señala Yevgenia Bulygina, mujer de 85 años superviviente del ataque a Odesa.

El ataque se produce en medio de la contraofensiva que Ucrania centra en Zaporiyia y Donetsk. El Estado Mayor ucraniano confirmó que se produjeron «intensos combates» en el este con más de una treintena de enfrentamientos.

Una importante fuerza militar, compuesta por tanques, blindados e infantería respaldada por artillería, trata de abrirse paso hacia el sur asaltando las posiciones rusas. El Kremlin asegura haber repelido los ataques

Todo apunta a que la región de Zaporiyia se convertió en la punta de lanza de la anunciada contraofensiva ucraniana. El objetivo, romper el corredor ruso que conecta la península de Crimea con el Dombás. En ese sentido, hay informes de intensos combates en torno a Tokmak, un importante nudo logístico ruso.

Planta nuclear de Zaporiyia

El Organismo Internacional de Energía Atómica, por otra parte, advirtió de la presión que sufre el dique del estanque refrigerador de la planta nuclear de Zaporiyia, tras la voladura de la presa de Nueva Kajovka.

Según los inspectores del OIEA presentes en el lugar, el nivel de agua en el embalse baja a un ritmo de unos cinco centímetros por hora y alcanzó los 11,62 metros a las 16.00 GMT, frente a los casi 17 metros de antes de la voladura de la presa el pasado martes.

Los operadores de la planta estiman que podrán bombear agua del embalse hasta una profundidad de 11 metros y posiblemente incluso por debajo.

Según el director general del OIEA, Rafael Grossi, aún no está claro a qué nivel de agua se estabilizará el embalse.

Eso sí, el estanque junto a la planta y el canal de descarga de la cercana central térmica de Zaporiyia están llenos y pueden proveer suficiente agua para varios meses, aseguró el OIEA en su comunicado. «Aunque no exista una amenaza a corto plazo, el desastre de la presa está causando nuevas e importantes dificultades para la central», advirtió Grossi. (Euronews/Jackemate.com)

 

 

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