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Benedicto XVI designó a 24 nuevos cardenales, entre ellos 20 menores de 80 años que serían electores en caso de cónclave. No hubo sorpresas en los nombramientos, que se oficializarán en el consistorio del próximo 20 de noviembre, pero sí quedó clara la intención del Pontífice de reforzar a quienes comparten sus líneas estratégicas. Los elegidos apoyan, obviamente, los criterios conservadores del germano Joseph Ratzinger. Hay un mayor peso de los italianos y se ha incluido a claros partidarios de combatir con más rigor la lacra de la pederastia. No hay entre los designados ninguno de Sudamérica.

Entre los nuevos purpurados, diez son italianos y diez pertenecen a la curia, entre ellos Angelo Amato, prefecto de las Causas de los Santos; Velasio de Paolis, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos, y Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura.

También llega a cardenal el patriarca copto de Alejandría, Antonios Naguib; el suizo Kurt Koch, al frente del dicasterio para la Unidad de los Cristianos, y el arzobispo de Washington, DC, Donald William Wuerl.

Este fue objeto de controversia hace meses al negarse las organizaciones caritativas católicas de la capital federal a reconocer derechos de pensión a las parejas de homosexuales, según se expresa en una nota periodística editada en su sitio digital por ‘La Vanguardia’ de Barcelona, Catalunya.

Otro estadounidense nombrado cardenal, Raymond Burke, al frente del más alto tribunal vaticano, ha sido muy duro con los demócratas por apoyar el aborto.

Entre los arietes contra los abusos sexuales en la Iglesia, el Papa elevó a cardenal al arzobispo de Munich, Reinhard Marx, el más joven entre los nombrados.

En reconocimiento a "su generosidad y dedicación a la Iglesia", el Papa decidió otorgar la púrpura a cuatro prelados mayores de 80 años, entre ellos el español José Manuel Estepa Llaurens, arzobispo castrense emérito, de 84 años, quien colaboró con Joseph Ratzinger en la redacción del Catecismo.

Entre los nuevos purpurados electores están el arzobispo emérito de Quito (Ecuador), Raúl Eduardo Vela Churiboga, y Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil).

Italia –que tuvo a uno de los suyos como papa en los 455 años anteriores a Juan Pablo II– se ve potenciado y aumentan las posibilidades de recuperar la silla de Pedro. Dispone de 27 cardenales electores, seguida de EE.UU., con 13 y España, con 5.

El Papa ha querido respetar la norma no escrita de que cada sede cardenalicia esté representada en un eventual cónclave con un solo purpurado. Por eso tendrán que esperar, entre otros, los arzobispos de Toledo y Sevilla.

La serenidad vaticana se vio turbada al saberse ayer que fue revalidado en Roma el secuestro judicial de 23 millones de euros del Instituto de Obras para la Religión –la banca vaticana– por presuntas irregularidades. El portavoz de la Santa Sede manifestó "estupor" ante la noticia. (Jackemate.com)

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