El presidente egipcio, Hosni Mubarak, anunció este viernes que pidió al Gobierno su dimisión y que este sábado nombrará un nuevo Ejecutivo, después de una violenta jornada de manifestaciones masivas en contra de su régimen, que ha obligado a desplegar al Ejército para contener las protestas, las calles de El Cairo, capital del milenario Egipto. No obstante, sus arterias siguen siendo un campo de batalla entre jóvenes y la policía, y ya se cuentan a cientos de heridos y más de una decena de muertos. Agencias de noticias internacionales hablan de un país sumerigido en una caótica crisis interna de insospechables derivaciones. También se informa que efectivos del Ejército, en algunos puntos del país, se unieron a la revuelta popular.
"He pedido al Gobierno que dimita y habrá un nuevo Gobierno mañana (por hoy sábado)", ha avanzado el presidente egipcio en una declaración televisada, la primera desde que han comenzado los disturbios.
Mubarak ha lamentado "las víctimas inocentes de ambos bandos" y ha asegurado que las manifestaciones "no deberían haberse producido".
Además, ha afirmado que "la soberanía será devuelta al pueblo" y ha recalcado que las "metas no pueden ser alcanzadas con la violencia" sino con "diálogo nacional".
Tras reconocer que está "preocupado" por las movilizaciones de los últimos cuatro días, ha dicho que él "siempre" ha estado "al lado de la gente". "Y seguiré haciéndolo", ha añadido. Mubarak se ha comprometido a reducir el desempleo y a mejorar la educación y el sistema sanitario, además de tomar "todas las medidas para mantener la seguridad y la libertad" en el país.
En tanto la capital egipcia, según agencias de noticias internacionales, es un inmenso campo de enfrentamiento continuo, caótico y lleno de coches quemados. El régimen ha ‘desconectado’ Egipto del mundo porque ha dejado el país sin Internet, sin teléfonos móviles.
“Escribo estas líneas desde el Hotel ‘Semiramis’, a oscuras, uno de los pocos lugares de la ciudad donde todavía hay conexión telefónica internacional. Los tanques están en la calle. A Mubarak se le ha caído la careta”, señalaba un enviado especial del diario catalán ‘
La situación resulta caótica en todo el país. Los últimos balances hablan de al menos 29 personas muertas en las ciudades de El Cairo y Suez, según el recuento de fuentes médicas.
La cadena qatarí de televisión ‘Al Yazira’ dijo que sólo en El Cairo 13 de los heridos que estaban ingresados en hospitales próximos a la plaza de Tahrir perecieron por las lesiones recibidas.
En la ciudad de Suez, mientras tanto, murieron 13 personas que habían participado en las manifestaciones públicas, según el recuente hecho por la cadena emiratí Al Arabiya.
Bloqueo de telefonía móvil
El Gobierno, a la desesperada, ha bloqueado las redes de telefonía móvil, según ha confirmado Vodafone en un comunicado colgado en su web.
El Gobierno egipcio anunció por televisión que ha decretado el toque de queda en las principales ciudades del país: El Cairo, Alejandría y Suez. El Ejecutivo de Mubarak, cada vez más debilitado, ha ordenado además al Ejército que refuerce a la policía en la imposición de un toque de queda que, a la vista de las protestas, ha fracasado.
La agencia noticiosa ‘Associated Press’ informó de que los manifestantes han ocupado la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. Algunos testigos, además, aseguran que la policía y el Ejército están disparando fuego real sobre los manifestantes.
Previamente, se declaró un incendio en la sede del partido de Gobierno en El Cairo. Se ignora si la causa del fuego es interna o consecuencia de un ataque desde el exterior.
Además, Wikileaks ha desvelado recientemente que en 2009 el Ejército egipcio ideó una "transición tranquila" en el país en favor del hijo de Hosni Mubarak, Gamal. Hoy, el lema más repetido entre los manifestantes era el que pedía al presidente y a su hijo que abandonaran el país.
Dentro de una jornada de protestas que algunos califican de "sin precedentes" e "histórica", el factor detonante ha sido la detención del opositor y Nobel de
Tanques en Suez
El del Ministerio de Relaciones Exteriores no es el único incidente que se ha registra en la capital egipcia, según informan diversas fuentes, porque la emblemática plaza Tahrir de El Cairo, que está siendo ocupada por grupos de manifestantes pidiendo el final del régimen de Hosni Mubarak, después de que la policía haya renunciado a su control.
Los manifestantes gritan que se quedarán en la plaza hasta que se cumplen sus exigencias, que se limitan exclusivamente a la renuncia del presidente Mubarak, en el poder desde 1981. En Suez, el ejército ha sacado los tanques a la calle para tomar el control de la situación. Los militares se han asentado frente a la comisaría de policía que ardió ayer.
El comunicado del Gobierno de Mubarak, textualmente, afirma que "debido a que algunas provincias han sido escenario de acciones de violencia, infracciones a la ley, saqueo, incendio, destrucción y ataques a las propiedades públicas y privadas, incluidos algunos bancos y hoteles, el gobernador militar ha ordenado el toque de queda en las provincias de el Gran Cairo, Alejandría y Suez, a partir de las 18:00 horas y hasta las 7:00 horas de hoy, viernes, 28 de enero, y hasta nuevo aviso". Horas después extendieron la disposición a todo el país. Pero ya -los hechos lo demuestran- es algo imposible de aplicar.
Los Hermanos se desmarcan
Por otro lado, los Hermanos Musulmanes han afirmado que las "extraordinarias protestas" registradas este viernes en varios puntos de Egipto "han tenido carácter espontáneo" y tienen por doble objetivo la dimisión del presidente Hosni Mubarak y evitar que su hijo Gamal acabe impuesto como su sucesor directo.
"Estas protestas no han sido iniciadas por ningún poder político, sino desde las bases. Ha sido la juventud, sobre todo, quien ha dado el paso adelante", declaró un portavoz de la organización a Al Jazeera, según recoge Europa Press.
Clinton: Reformas "vitales"
Estados Unidos, por otra parte, ha considerado este viernes que es "vital" para el futuro de Egipto que el país emprenda reformas y ha aconsejado al Gobierno de Hosni Mubarak que no vea a sus ciudadanos como una "amenaza" sino como un socio, además de pedirle "contención" y que se respeten los derechos fundamentales. Así se ha expresado Hillary Clinton, secretaria de Estado de EE.UU., respecto a los sucesos de Egipto.
El mensaje de Clinton concuerda con el enviado apenas una hora antes por su portavoz, P.J. Crowley, a través de su cuenta en Twitter:"La reforma es vital para el bienestar de Egipto a largo plazo". "El Gobierno egipcio debería ver a sus ciudadanos como socios y no como una amenaza", añadió.
Así, el ejemplo de Túnez ya ha cundido entre la población egipcia, y ya se está expandiendo por todo el mundo árabe. Jordania es otro ejemplo: hoy, miles de manifestantes han salido a la calle para pedir al rey Abdalá II la destitución del primer ministro Samir Rifai. (Jackemate.com)