Por Ricardo Marconi (*)
Una vez más los secretos terminaron por descubrirse y, en este caso, la verdad de los hechos tiene que ver con la destrucción del crucero de guerra “Moskva”, buque insignia de la Armada de la Federación de Rusia en el Mar Negro, en el marco de la invasión rusa a Ucrania.
Pudo determinarse que Ucrania atacó el crucero luego de contar con ayuda de la inteligencia norteamericana. La nave había sido vista por fuerzas ucranianas en el Mar Negro y se comunicaron de inmediato con la inteligencia estadounidense para que se lo confirmaran. Estados Unidos así lo hizo y, además, proporcionó ayuda de inteligencia respecto de su ubicación precisa.
John Kirby, el secretario de Prensa del Pentágono negó haber suministrado a Ucrania información específica sobre objetivos de los soviéticos e incluso “no tuvimos ´dijo-, conocimiento previo de la intención de atacar el navío. Ellos tienen sus propias capacidades de inteligencia que les permite rastrear y hasta apuntar a los buques de guerra ruso”.
El “Moskva” se hundió luego de ser alcanzado por dos misiles el 14 de abril pasado
Otras versiones
Estados Unidos habría proporcionado, durante meses, a las fuerzas ucranianas, datos de inteligencia sobre movimientos terrestres desde del territorio ucraniano y los datos también se brindan información sobre barcos rusos en el Mar Negro, algunos de los cuales disparan misiles a territorio ucraniano.
Otras versiones insistentes indican que la CIA brindaría datos para eliminar a generales rusos. Kirby también negó que se brindara eses tipo de informaciones ni sobre lo que sucede en el campo de batalla.
“Lo que es posible es que Ucrania combine datos que nosotros y otros socios brinden inteligencia y luego toman sus propias decisiones”, admitió Kirby.
Más sobre el Moskva
Los ucranianos hundieron el buque insignia que nos ocupa utilizando misiles “Neptune”, de origen ucraniano. El ‘Moskva’ es uno de los tres cruceros de la clase Slava de los que dispone Rusia y con su poder de fuego, con misiles, podía atacar el sur ucraniano, a pesar de que Turquí no autoriza ingresar a sus aguas para utilizar poder de fuego.
El barco recibió el impacto de los misiles cuando se hallaba a 120 kilómetros de Odessa, luego de lo cual avanzó unos kilómetros y luego se hundió irremisiblemente, pudiendo ser rescatados 500 hombres, aunque hubo bajas por los impactos, entre los que se contaba el capitán de la nave, Anton Kuprin.
El armamento
El armamento se hundió con el barco, que navegó 12 horas antes de irse a pique. El “Moskva” tenía 186 metros de eslora, portaba 16 misiles antinavío Bazalt/Voulkan, misiles Fort -versión marina de los S-300 de largo alcance y misiles de corto alcance Osa-, junto a una serie de lanzacohetes, cañones y torpedos.
Además, había un helipuerto para helicópteros Ka-25 o Ka-27; 8 lanzaderas VLS B-204 para 64 misiles SAM 5V55RM y lanzaderas para otros 64 y un lanzador 122 para 40 misiles SAM 9M33.
El barco estaba preparado para transportar 680 soldados a bordo y aseguraba protección aérea desde el resto de los navíos durante una operación.
Durante una operación militar, el Moscú protegía de manera aérea en un diámetro de 150 km a la redonda, según lo señaló Nick Brown a una agencia internacional de noticias, quien puntualizó: “Es difícil que los rusos utilicen otra nave similar con los turcos controlando el Mar Negro”, ya que las fragatas son más modernas, pero tienen menor alcance.
El barco descrito posee capacidad para 10 torpedos SET –es o 53-65k. Junto al Moskva estaban actuando en el Mar Negro modernas fragatas tipo Almirante Grigorovich, equipadas con defensas antiaéreas, aunque vale decirlo: el Mar Negro es muy pequeño y todo está al alcance de los misiles antinavíos por lo que la implicación de la marina ex soviética es bastante limitada. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política