Por Ricardo Marconi (*)
El fentanilo es una droga sintética letal y adictiva que se está propagando a nivel global de manera acelerada, dejando en el camino, anualmente, a miles de seres humanos sin vida. Estados Unidos ya considera a dicha droga como “un problema global” y el gobierno mejicano, para cubrirse respondió que “Méjico no produce ni comercializa fentanilo”.
A partir de su aparición masiva en el noreste norteamericano el consumo ha crecido –tiempo atrás, cuando hicimos la primera mención a la droga que nos ocupa-, quien esto escribe recibió comentarios desde el país del norte, señalando que para producirlo en EE.UU. se recibían precursores importados de China.
Sin embargo, el mayor laboratorio se desarticuló en Culiacán, Méjico y en otro laboratorio habrían sido detectadas 70 millones de pastillas que iban a ser destinadas al Cártel de Sinaloa.
Los cárteles que actualmente la producirían habrían aumentado en número, completando la cadena de comercialización con destino final a ciudades del este de Estados Unidos y a determinados países de Latinoamérica.
Eran fuertes las versiones que la Mara Salvatrucha (M-13) y Barrio 18, que actúan con crueldad inusitada, sustentarían económicamente su accionar con la venta de fentanilo y a ello le suman el negocio de secuestros y extorsiones.
Los organismos de seguridad latinoamericanos han comenzado a sentir la penetración del opioide, más fuerte que la morfina, en sus territorios, a sabiendas que su sobredosis puede ser mortal.
También saben los especialistas que el efecto es entre 80 y 100 veces más fuerte que la morfina y que fue desarrollado en 1959 para ser empleado como analgésico y como anestésico, pudiendo ser neutralizado con naloxona.
En nuestro país los laboratorios que quieran comercializar legalmente fentanilo deben solicitar una autorización a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
Esto debe ser traducido como que la importación de los precursores utilizados para la elaboración del fentanilo, como su trazabilidad, son controladas por el Registro Nacional de Precursores Químicos que depende del Ministerio de Seguridad, sin intermediarios.
El fentanilo es la nueva fuente de ingresos para el mundo de los narcotraficantes
Mortandad por sobredosis
Más de 150 personas, se estima promedio, mueren diariamente por sobredosis de fentanilo y otros opioides sintéticos que no tienen olor ni se percibe su sabor, motivo por el cual no puede saberse si las drogas son mezcladas con fentanilo si no se analizan con pruebas específicas.
Prohibición
El presidente de Méjico Andrés Manuel López Obrador planteó prohibir el uso médico de la sustancia en medio de presiones de Washington, debido a que los especialistas afirmaron que la medida no era efectiva para frenar el narcotráfico.
En 2021, Méjico utilizó 4,6 kilos de fentanilo para uso médico y en ese año las incautaciones llegaron a los 1.850 kilos, según la Secretaría de Defensa Nacional. El 90 % de las incautaciones se producen en la frontera sur estadounidense y en Washington y los narcos no necesitan robar fentanilo para vender.
Anatomía del mercado ilegal del fentanilo
La crisis de los opioides azota Estados Unidos. La crisis ha tenido tres olas en los últimos 30 años. La primera comenzó cuando las grandes farmacéuticas empujaron para que se recetaran analgésicos indiscriminadamente y con anuencia de las autoridades sanitarias.
Desde finales de los noventa y principios de los 2000, las recetas médicas fueron la puerta de entrada para que miles de pacientes con padecimientos crónicos desarrollaran una adicción a drogas sintéticas como la oxicodona, que se conoce como Oxy u OxyContin, por su nombre comercial.
La segunda ola fue una década después y estuvo marcada por una demanda disparada de heroína cuando se cerró la puerta a las prescripciones médicas y la tercera ola, la actual, que se dio cuando los carteles se dieron cuenta de la enorme oportunidad de negocio que había al fabricar versiones falsas o adulteradas de estos opioides.
El fentanilo revolucionó el narcotráfico por completo: se usa para cortar la cocaína, para modificar la heroína, para hacer pastillas “piratas” y para adulterar el cristal, como ha documentado Clara Fleiz, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Lo perverso de esta última ola es que las personas que usan drogas muchas veces piensan que están metiéndose una droga, cuando en realidad les están dando otra que es mucho más agresiva y letal. “Muchos no saben qué están consumiendo”, lamenta Fleiz, miembro del grupo de trabajo de opioides del Seminario de Estudios sobre la Globalidad de la UNAM.
La politóloga Zara Snapp señaló. “Sabemos que hay una gran demanda desde nuestro país vecino (Méjico), sabemos que existe esa ganancia por parte de grupos no estatales y no me cabe duda de que Méjico está participando en el mercado ilegal del fentanilo, ya sea produciendo o como un país de tránsito del fentanilo hecho”, afirma la especialista en política de drogas.
A los cárteles, producir y transportar un kilo de droga le rinden ganancias de 1,5 millones de dólares. Los precursores son también comprados a farmacéuticas de la India mediante plataformas de la Dark web o de Internet.
El FBI sabría del manejo de etiquetados falsos o se dice que los compuestos se van a utilizar para un fin distinto al real. En China hay precursores no regulados y entre ellos está el fentanilo, que solo tiene cuatro de uso médico, pero hay otras 50 no regulados en el mercado ilegal.
El fentanilo estaría siendo usado por usuarios de otras drogas como a cocaína y la heroína y ello incrementó la demanda en Méjico, inyectándoselo o inhalándola, siendo el perfil del consumidor cada vez más amplio y está siendo enfocado como un problema social y de salud.
La intervención del Ejército
Tras el secuestro y asesinato de cuatro ciudadanos estadounidenses en Nuevo Laredo, Tamaulipas, por parte de un cártel, se elevó el nivel de conflicto entre Estados Unidos y Méjico y políticos norteamericanos han planteado que su Ejército intervenga en el combate a los cárteles que trafican fentanilo y el gobierno mejicano está viendo ese pedido como una intervención en asuntos internos del país, según lo señaló el diario El País.
Si se pretende salvar una vida ante la sospecha de ingestión de fentanilo, es conveniente observar si se producen los signos que se manifiestan con: Pupilas pequeñas, contraídas como de punta de alfiler; perder el conocimiento o quedarse dormido, respiración lenta, débil o sin respiración; sonidos de atragantamiento, piel húmeda, fría o pegajosa, cuerpo flácido y manchas en la piel, fundamentalmente en los labios y las uñas. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política