Por Ricardo Marconi (*)
El director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, William Burns, señaló que el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, “está proyectando ira, frustración y amargura, como consecuencia de ver el fracaso del Ejército ruso”.
Burns, un ex embajador de Estados Unidos en Moscú, como resultante de haber mantenido en varias oportunidades, por cuestiones diplomáticas, reuniones con Putin, estimó que “el presidente de la Federación Rusa no está loco. Sí está muy frustrado y es factible que redoble su apuesta e intente destruir a las fuerzas armadas ucranianas, sin tener en cuenta que ello conlleva la muerte de miles de civiles inocentes”.
Burns, de acabado conocimiento como funcionario en el más alto nivel en EE.UU. tiene en cuenta la probabilidad de que “Putin, desesperado, puede llegar a utilizar armas químicas o biológicas. De lo que estoy seguro es que mi país no loas utilizará”.
El titular de la CIA recalcó que “Putin pensaba tomar Kiev en 2 días, pero la defensa ucraniana en todo el territorio determinó la pérdida de vida de miles de soldados rusos”.
Finalmente, Burns sostuvo que “Si Putin captura militarmente Kiev y depone al presidente de Ucrania Zelenski, tendrá que dar cuenta de una insurgencia apoyada por Occidente en un país de más de 40 millones de habitantes”.
Es obvio que Putin tiene ventajas militares y las utiliza para bombardear sin descanso, fundamentalmente zonas civiles, generando con ello gran número de muertes. Por ello se estima que es muy difícil que apueste a la alternativa nuclear, de imprevisibles consecuencias, incluso para la propia Rusia.
Si se llegara a considerar esa posibilidad, los representantes políticos rusos deberán marcar rápidamente su posición, ya que se complicará para Putin el manejo de la disidencia en el Estado, sólo con su pequeño círculo áulico.
La economía soviética está paralizada y el nivel de vida se está viniendo abajo, mientras que los oligarcas del sistema no se atreven a decírselo en la cara al presidente que está analizando con preocupación la reunión que mantuvieron, por casi dos horas, los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping para evaluar la invasión.
Momentos antes de la entrevista, los rusos dispararon seis misiles con la ciudad ucraniana de Lviv, que se encuentra sólo a noventa kilómetros de la frontera con Polonia.
La sociedad rusa estaría preocupada por la pésima preparación de sus fuerzas militares, a la luz de los resultados obtenidos en los enfrentamientos con las ucranianas.
La preocupación de cómo se desarrolla el enfrentamiento, se expresa claramente entre los soldados rusos en los territorios ocupados, donde estarían “reteniendo” a jóvenes ucranianos para incomunicarlos, a los efectos de que no se transformen en posibles atacantes.
Anna Khobta, una ciudadana ucraniana, en medios de comunicación señaló que “está ocurriendo en nuestro país lo mismo que pasó en Argentina en la época de la represión”. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política