Por Ricardo Marconi (*)
De manera lenta y silenciosa, pero sistemática, Ecuador sigue expandiéndose en el negocio del narcotráfico internacional. Los jefes máximos de redes en el referido país habrían alcanzado acuerdos con la mafia albanesa para traficar cocaína hacia Europa en común acuerdo con la mafia albanesa.
El tráfico se hallaría camuflado con exportaciones legales y estructuras empresariales para eludir sanciones utilizando una logística flexible en el área de la logística.
La expansión que nos ocupa se estaría sirviendo de la consolidación sistémica de redes criminales provenientes de Albania que actúa alejada de la violencia indiscriminada y del control territorial. De manera puntual el modelo empresarial trasnacional está basado en el comercio del banano con el apoyo de la ingeniería corporativa.
Desde 2014 un informe de C4ADS viene recopilando información que ha permitido establecer la existencia de seis compañías albanesas que importan bananas desde Ecuador y que han estado involucradas en incautaciones de droga desde 2014.
En razón de haber sido detectadas esas mismas empresas, utilizando cambios “cosméticos en su accionar delictivo”, continúan traficando la referida droga ilegal.
El informe aludido da cuenta que Masabi Fruit mantuvo sus actividades tras una incautación ocurrida en abril de 2021. Aunque dos personas —Erjon Peti y Klajdi Xibrau— fueron detenidas y retiradas de la empresa, el negocio continuó con otro administrador, Shyqyri Xibrau.
Un similar patrón ocurrió con Zico Sha, también conocida como Bana King LLC, involucrada en un decomiso en noviembre de 2022. Su accionista Trifon Murataj fue retirado de los registros, pero regresó meses después, mientras la empresa reanudaba las importaciones de bananas desde Ecuador y mantenía otras líneas de comercio con carne congelada desde Brasil. Mc Food también operó –según el mismo informe- con carne congelada en 2021 para traficar cocaína y lo propio ocurrió con Alba Fresh, en 2023, con cargamentos de bananas.
Organismo de seguridad han detectado que la operación de estas compañías no se detuvo por los escándalos. Al contrario, el informe de C4ADS concluye que la mayoría de empresas
implicadas en decomisos de droga siguieron activas al menos durante algún tiempo.
A excepción de una sola firma, todas las compañías albanesas que mantenían un comercio regular de bananas entre Ecuador y Albania desde 2022 han estado relacionadas con cargamentos contaminados con cocaína.
Se detectó, incluso, un patrón de reciclaje empresarial, en el que administradores y accionistas implicados eran reemplazados temporalmente, solo para ser reincorporados una vez que la atención pública disminuía luego de pasado un tiempo.
En el informe se señala que la figura de Trifon Murataj es especialmente representativa. Este empresario, vinculado con Bana King LLC en Estados Unidos y Zico Sha en Albania, fue objeto de una orden de captura en su país tras el decomiso de cocaína en un contenedor proveniente de Puerto Bolívar, Ecuador.
Señaló C4ADS que Murataj reapareció en los registros corporativos en agosto de 2023 y habría operado también desde Nueva Jersey, donde posee propiedades y otras compañías, incluyendo Vision 22 LLC. Su actividad apunta a una red que combina legalidad aparente, residencia internacional y comercio logístico global, todo en un mismo entramado.
Para el Observatorio de Economías Ilícitas de GI-TOC estos casos no son aislados. Su informe, publicado en 2025, describe la evolución de las redes criminales de los Balcanes Occidentales —con especial énfasis en las albanesas— como uno de los fenómenos más estratégicos del narcotráfico moderno.
Desde inicios de los años 2000, estos grupos dejaron de ser intermediarios marginales para convertirse en operadores mayoristas de cocaína, estableciendo alianzas directas con productores en Colombia, Perú y Bolivia, y utilizando países de salida como Brasil y Ecuador para mover su mercancía hacia Europa. 
En Ecuador, las redes albanesas no han operado con la lógica del cartel tradicional. Según Fatjona Mejdini, autora del reporte y directora del Observatorio de Economías Ilícitas en Europa del Sudeste de GI-TOC, su modelo se basa en emisarios, mensajeros y empresarios.
Unos llegan huyendo de causas judiciales en Europa y logran insertarse en Sudamérica como operadores logísticos, estableciendo relaciones con bandas locales. Otros, como los emisarios, son seleccionados directamente por los líderes criminales para instalarse de forma permanente en países andinos, construir vínculos con proveedores de cocaína y garantizar el flujo hacia puertos europeos como Amberes, Gioia Tauro, Róterdam o Salónica.
Uno de los casos más documentados es el de Dritan Rexhepi. De nacionalidad albanesa, se fugó de prisiones en Albania, Países Bajos y Bélgica antes de establecerse en Ecuador en 2012.
Fue detenido por tráfico de cocaína en 2014, pero su encarcelamiento le permitió consolidar relaciones con grupos ecuatorianos como Los Choneros. Desde su celda en Latacunga, Rexhepi dirigió operaciones internacionales hasta que obtuvo arresto domiciliario en 2021, del cual escapó.
Rexhepi, al ser detenido, reveló que escapó de las autoridades ecuatorianas falsificando firmas para no ser declarado como prófugo y esas aclaraciones permitieron, en abril de 2013, que el exasambleísta y candidato presidencial asesinado Fernando Villavicencio solicitara información al servicio de prisiones y diera a conocer públicamente los actos ilegales cometidos por el albanés. Recién allí Rexhepi fue declarado prófugo de manera oficial y que Interpol se dedicara a buscarlo, siendo recapturado en Turquía, en 2023.
La consolidación de redes criminales
Otro actor clave en la consolidación de las redes criminales de Albania en Ecuador es Dritan Gjika. Según el informe de GI-TOC, lideró una estructura que introducía mensualmente hasta cuatro toneladas de cocaína desde Colombia a través de Ecuador, para su distribución en Europa.
Gjika operó bajo la cobertura de al menos doce empresas legales vinculadas a los sectores inmobiliario y frutícola, asesinado en 2023.ola, creadas junto al ecuatoriano Rubén Cherres, La relación de Cherres con el cuñado del expresidente Guillermo Lasso convirtió este caso en una bomba política que fue usada en el intento fallido de destitución del mandatario. Gjika fue detenido en 2025 en Emiratos Árabes Unidos.
A diferencia de otras organizaciones transnacionales, los grupos albaneses no dependen de estructuras jerárquicas rígidas. Según el informe de Mejdini, operan como redes horizontales, flexibles y altamente especializadas.
Son capaces de coordinar operaciones complejas con intermediarios que no siempre forman parte del núcleo original. Esta descentralización les permite adaptarse rápidamente a las condiciones locales y expandirse sin dejar rastros visibles de una cadena de mando.
Permanencia de las compañías
C4ADS también advierte sobre la durabilidad de ciertas compañías, como Jordil, Masabi o Zico Sha, que han operado durante varios años pese a ser relacionadas con incautaciones. Otras firmas, en cambio, aparecen solo por períodos breves -seis meses o un año-, con escasas importaciones registradas, lo que sugiere esquemas de prueba o negocios estructurados únicamente para una operación específica.
El informe señala que desde inicios de 2023 solo Masabi Fruit ha mantenido envíos directos de banano desde Ecuador a Albania, mientras que otras empresas han redireccionado sus cargas a Grecia o han detenido temporalmente sus actividades sin explicación clara.
Una característica recurrente es la relación de estas redes con el puerto de Gioia Tauro, en Italia, un enclave controlado históricamente por la mafia ‘Ndrangheta. Para Mejdini, esta asociación no es menor: las mafias albanesas aprendieron directamente de la mafia italiana y, en muchos casos, trabajan como socios en la cadena de tráfico. Su relación se basa en respeto mutuo y pragmatismo comercial, no en subordinación.
La conclusión de ambos análisis–del C4ADS y del GI-TOC– es que el tráfico de cocaína entre Ecuador y Europa no se explica únicamente por las debilidades institucionales locales, sino por una estrategia deliberada y a largo plazo de redes criminales que han encontrado en el comercio legal, la logística internacional y la discreción empresarial los mejores aliados para sostener su negocio.
Lo que muestran estos informes es que la cocaína no viaja sola. Va acompañada de documentos legales, registros corporativos limpios y declaraciones aduaneras impecables. Y detrás de todo ello, un grupo de operadores que, sin necesidad de levantar sospechas, ha convertido a Ecuador en una plataforma estratégica del narcotráfico global. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política