Dilma Rousseff, de 62 años, economista y ex guerrillera otrora, se ha convertido en la primera mujer presidente de
Rousseff necesitó una segunda vuelta o balotaje para ratificar su victoria y, desde el centro de cómputos nacionales, con el 86,76% de los sufragios escrutados, esta mujer del PT ya obtenía el 54,88% de los votos frente al 45,12% de su oponente, el paulista, José Serra, candidato del Partido de
La alegría de los militantes ‘petitastas’ se desbocó en las principales ciudades brasileñas al conocerse los resultados. Dilma votó en la sureña Porto Alegre, ciudad donde tiene fijada su residencia particular y donde inició su carrera política.
Acompañada del gobernador electo de Río Grande do Sul, su correligionario Tarso Genro, la todavía candidata se mostró relajada y, convencida de la victoria, e hizo la "V" con las manos después de teclear el número 13 de su candidatura -el mismo que usaba Lula- en la urna electrónica.
La economista hasta se atrevió a hablar con la prensa en tono presidencial: "Mi coalición, que me trajo hasta aquí, es la coalición con la cual voy a gobernar; gobernaré para todos, hablaré con todos los brasileños".
La coalición de partidos que sustenta a Rousseff fue construida por Lula durante estos ocho años, atrayendo a varias formaciones alejadas de los postulados petistas, como el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) que, después del PT, es el principal partido de esta alianza. Actualmente, el PMDB cuenta con seis ministerios y preside las dos cámaras parlamentarias.
El pasado 3 de octubre, además de la primera vuelta presidencial, se celebraron elecciones legislativas y se renovaron los 27 gobernadores. La coalición oficialista obtuvo la mayoría absoluta en
Temer, abogado paulista de 70 años, preside
Por su parte, Serra votó en Sao Paulo, su feudo, donde fue alcalde y gobernador. El socialdemócrata estuvo acompañado de su familia y algunos políticos aliados.
“Belleza de la democracia”
Tras sufragar, abogó por la "belleza de la democracia" y por la "belleza de la alternancia del poder". A la salida del colegio electoral, un joven le mostró un cartel hostil: "Serra, el Papa está en contra del preservativo en el combate contra el sida".
Una referencia a las posturas religiosas que defiende el candidato derrotado, cuyo futuro podría ser el regreso a la alcaldía de la capital económica de Brasil.
En la primera vuelta, Rousseff ya se impuso a Serra, aunque sin lograr la mayoría absoluta porque quedó muy cerca, con el 46,9% de los sufragios, frente al 32,6% de Serra. La tercera candidata más votada ese día fue la ecologista Marina Silva.
Con casi 20 millones de votos (19,3%), Silva ha sido la revelación de estos comicios y promete articular una tercera vía política en Brasil durante los próximos cuatro años.
La alta votación conseguida por la candidata del Partido Verde fue clave para que Rousseff no venciera en la primera vuelta y condicionó totalmente la campaña de este último mes, ya que la petista debió reforzar su flanco ecologista y, sobre todo, renegar del aborto -Silva es evangélica y antiabortista- para recuperar una parte del voto religioso.
La jornada de este domingo se desarrolló con normalidad. Pese a que el voto es obligatorio, del censo electoral, compuesto por casi 136 millones de brasileños, hubo una alta abstención del 20%.
La población de Brasil ronda los 194 millones de habitantes. Ayer también fueron elegidos en segunda vuelta los gobernadores de nueve estados, incluido el Distrito Federal de Brasilia, en los cuales ninguno de los candidatos obtuvo la mayoría absoluta. (Agencias/Jackemate.com)