Lo impensado o increíble que pase: Una ciudad norteamericana declare su propia quiebra financiera. Algo parecido a lo que por la crisis de la Argentina del 2001 les ocurrió a los argentinos. Y ese día llegó, y la ciudad en cuestión es Detroit, la que hoy protagoniza la mayor bancarrota municipal en la historia estadounidense
El gobernador el gobernador de Michigan, Rick Snyder, el hombre que autorizó la declaración de quiebra, dijo que los servicios de la ciudad no se verán inmediatamente afectados, aunque sugirió de hecho que la quiebra podría en realidad mejorar los servicios de la ciudad en el futuro, pues un menor monto del presupuesto del municipio tendrá que destinarse a "costos heredados" como las pensiones, la atención sanitaria de los jubilados y el servicio de deuda.
"Sé que muchos verán esto como el punto más bajo en la historia de la ciudad", dijo Snyder, y agregó: "En todo caso, esto nos pone en el camino hacia la mejora de los servicios".
El plan de reorganización del administrador de emergencia, Kevyn Orr, señala que la ciudad no puede costear los 11,500 millones de dólares de pensiones, cobertura sanitaria para jubilados y deuda no garantizada prometidas a los sindicatos de la ciudad y a los inversionistas que poseen su deuda.
Por lo que propone reducir esas obligaciones en un 83% como una forma de invertir en la mejora de los servicios.
Los sindicatos, por su parte, se han comprometido a luchar contra los recortes en los tribunales y con manifestaciones, pero hasta el momento no han amenazado con una huelga u otra acción laboral.
"Los bomberos seguirán protegiendo y sirviendo en estos momentos difíciles, independientemente de los problemas económicos. Puede contar con nosotros", dijo la Asociación de Bomberos de Detroit.
Los residentes tal vez no vean cambios inmediatos en los servicios municipales, señaló un abogado de bancarrota de California con experiencia en quiebras municipales, Michael Sweet.
"Como mucho habrá interrupciones mínimas", dijo el letrado y señaló que “si necesitas algo del Ayuntamiento, un acta de nacimiento, un certificado de defunción o renovar una licencia otorgada por la ciudad es posible que no lo obtengas".
Los proveedores que proporcionan bienes y servicios a la ciudad quizá no reciban el pago de lo que se les adeuda a menos que la ciudad pueda argumentar que son un proveedor esencial, dijo el abogado.
"Como ya han estado recortando el gasto, uno asumiría que la mayoría de las personas que actualmente proveen servicios caería en la categoría de esencial", agregó.
Orr ya ha pedido una moratoria o suspensión del pago de 2,000 millones de dólares de la deuda de la ciudad en un esfuerzo por conservar su disminuida reserva de efectivo.
Las quiebras de General Motors y Chrysler Group en 2009 duraron cerca de un mes cada una. En esos dos casos el Gobierno Federal inyectó 80,000 millones de dólares en las automotrices para financiar sus operaciones durante las llamadas reorganizaciones expeditas, lo que le permitió al Tesoro llevar la voz cantante y tomar todas las decisiones.
Esa es la razón por la cual los trabajadores y los jubilados de las dos automotrices de la ciudad no vieron prácticamente ninguna merma en sus prestaciones. Pero al parecer eso no ocurrirá esta vez. Hasta el momento, la Casa Blanca no ha indicado ningún apoyo de rescate en este caso.
El tribunal de bancarrota escuchará los argumentos de los sindicatos y de otros acreedores si la ciudad logra acogerse a las protecciones de un proceso de reorganización por quiebra. Dicha audiencia quizás tarde muchos meses en celebrarse, advirtió Sweet.
"Todo aquel que quiera vencerlos en el tribunal de bancarrota tendrá una oportunidad en la cuestión de si son elegibles", explicó Sweet.
"Hay varios requisitos legales. La ciudad debe demostrar que actuó de buena fe en la negociación con los acreedores. No consiste meramente en si eres o no insolvente".
Los sindicatos acusaron que no hubo negociaciones de ningún tipo con Orr.
"Se embarcaron unilateralmente en esta pérfida senda sin recibir ninguna opinión de los que se verían más afectados", dijo Lee Saunders, presidente de la Federación Americana de Empleados Estatales, del Condado y Municipales.
Sweet comentó que algunas de las cuestiones jurídicas sobre las acciones que la ciudad quiere tomar, especialmente los recortes a las pensiones y a quién se le paga qué, podrían en última instancia depender de la Suprema Corte de EU en una decisión que podría tardar años. (Jackemate.com)
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