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Por Mabel Martínez (*)

A poco de haber abandonado el imborrable 2020, surge un nuevo año con expectativas, cuestionamientos y con la esperanza de vencer a esta pandemia. La salud pública a nivel global evidenció falencias pronunciadas y las gestiones para que todos accedieran a la vacuna fue casi perversa y dañina.

Se involucraron las ideologías y, muy fuertemente, especulaciones comerciales y políticas. Fue apareciendo la posibilidad de aplicarla en distintos países, incluso en el nuestro. Aunque no para todos.

No sabemos cuándo seremos agasajados con la novedad de vacuna para la totalidad de la población. En tanto en el mundo europeo, en el país del norte y en los países de la región y en Argentina los casos comienzan a ascender gravemente, a manifestarse un contagio más extremo.

Así que pareciera que reincidiremos recurriendo a renovadas y siempre molestas pero necesarias restricciones. Quizás estos modelos de aprendizaje del exterior no sirven. Son tan lejanos, diferentes que los integrantes de nuestra comunidad no los ven como paradigmáticos.

Las preguntas afloran y aparecen los culpables. ¿Quiénes? Nosotros que nos relajamos, que reinstalamos los hábitos estivales especialmente a través de las fiestas, pero las fiestas clandestinas. Volvieron los comentarios capciosos. Se terminó la Pandemia. Total, es una gripecita.

También contribuyó la escasez de los mensajes pautados y explícitos de los cuidados para evitar la propagación del virus. Pedimos desde aquí a los medios masivos y su diversidad de canales que refuercen y exageren sus mensajes.

Si se ponen en marcha tal vez logremos frenar el contagio abusivo. Este 2021 presenta, mientras no tengamos los antídotos, el desafío de seguir cuidándonos, de respetar los protocolos y de querernos un poco más sin descuidar a los otros. Que en el 2021 desafiemos al Covid con las únicas armas que tenemos, por ahora.

Respetemos y cumplamos. Evitemos otro avasallamiento que será consecuente con el atraso escolar, con mayor pobreza y más encierro.

Desafío 2021: aprender, aplicar, vencer al virus y recuperar la vida naturalmente. La humanidad está golpeada pero no acabada. Hay mucho por dar pelea. Vamos por un año esperanzador. (Jackemate.com)

 

 

(*) Licenciada y Profesora en Letras – mabelmartinez13@live.com

 

 

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