Después de muchas ideas y vueltas, y otras cosas más, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner terminó por rendirse ante los pies del Sumo Pontífice, al que calificó como “nuestro Papa” y le pidió su intermediación para el “diálogo sobre Malvinas”
Tras almorzar a solas con el Papa Francisco, Cristina dijo públicamente que “su rasgo distintivo es la sencillez”, lo definió como “nuestro Papa, no porque sea argentino, sino porque es de todos los católicos” y terminó por pedirle su “intermediación para el diálogo sobre Malvinas”.
La presidenta habló desde el hotel Edén de Roma, lugar donde se aloja, y contó que el propio pontífice “me habló de la Patria Grande”.
Y aseguró que el Papa “habló bien de la unidad en Latinoamérica para lograr la Patria Grande de San Martín y Bolívar”, aunque expresó que se encontró incómoda con la situación de contar con una traductora italiana durante su relato.
Además, lo invitó al Papa Francisco a visitar la Argentina en el mes de julio.
Cristina relató que vio al Sumo Pontífice “sereno, lo vi seguro, lo vi en paz. Y ocupado y preocupado por la inmensa tarea y el compromiso de cambiar las cosas que él sabe que hay que cambiar”.
Y elogió los “gestos y las actitudes” realizadas por el Papa hasta el momento.
Cristina –como ocurre habitualmente- llegó tarde al encuentro con la prensa y pidió disculpas a los periodistas de todo el mundo reunidos en el citado hotel romano.
Dijo que le asombró el agradecimiento del Papa por “por haber aceptado almorzar con él".
Agregó que le gustó “ese gesto” y definió como “lo más importante tal vez, fue un regalo personal de Francisco, una rosa blanca” correspondiente a Santa Teresita, que es “su Santa preferida, a la cual él siempre reza”.
Recordó que le obsequió un conjunto de mate armado por los cooperativistas del plan “Argentina Trabaja” y que también le dio “un poncho de vicuña para se abrigue".
Destacó, asimismo, que le solicitó “su intermediación para lograr el diálogo sobre el tema Malvinas", al definir a Argentina como “un país más que pacífico”.
Precisó que el Papa Francisco “me habló de la unidad en Latinoamérica para lograr la Patria Grande de San Martín y Bolívar”.
La presidenta señaló que invitó a Francisco a visitar la Argentina en julio, pero que además de su invitación, es necesaria también la de la Conferencia Episcopal.
La presidenta de la Argentina llegó este último domingo en un avión privado a Roma encabenzado una reducida comitiva oficial, entre los que se encontraba su canciller Héctor Timermann. En el avión Tango 01 llegó hasta el Reino de Marruecos, en el extremo noroeste del Africa, para luego abordar un jet privado a los fines de evitar que la aeronave presidencial fuese embargada por algún furtivo ‘fondo buitre’ en Italia,tal como ocurrió con la Fragata Libertad a poco de atracar en un puerto de Ghana.
Para este martes está previsto que CFK, junto con otros jefes de Estado, reyes y principes, y representaciones religiosas del mundo, participe desde un sitio preferencial de la asunción del cardenal Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice de la Iglesia Apostólica Romana. (Jackemate.com)