La implementación de los carriles exclusivos para la circulación de vehículos en el centro rosarino levantó demasiada polvareda y se ha convertido en un tema de controversia y polémica, inclusive desde el Concejo Municipal rosarino, que es la caja de resonancia democrática de la ciudadanía.
Es así que ante las consultas recibidas sobre los carriles exclusivos, el presidente del citado cuerpo colegiado, el edil socialista Miguel Zamarini, primero aclaró el modo en que fueron votados en el Concejo y luego solicitó "cooperación y paciencia" a los rosarinos, haciendo especial hincapié en los automovilistas.
“Se hace referencia a una ordenanza aprobada por unanimidad que autoriza al Departamento Ejecutivo a poner en funcionamiento los carriles”, recordó Zamarini, para luego puntualiza que “es importante aclarar que aquel proyecto, al que votaron todos los concejales en 2011, delimitaba cada una de las calles que serían afectadas, e incluso aquéllas que se utilizarían en la primera etapa, que comienza la semana próxima".
El titular del ‘Palacio Vasallo’, sede del Concejo Municipal, admitió que entiende los interrogantes planteados por muchos vecinos, pero de igual modo destacó que “estamos en presencia de una decisión correcta que traerá cambios positivos a corto y mediano plazo en una zona de tránsito complicada para la ciudad".
Tras reiterar su pedido de “cooperación y paciencia” a los rosarinos, especialmente a los automovilistas que se desplazan por las calles afectadas, Zamarini concluyó diciendo que “necesitamos del esfuerzo de todos para poder llevar adelante la iniciativa del mejor modo posible".
También el jefe del bloque de ediles socialistas, Manuel Sciutto, se manifestó a favor de la implementación de los llamados carriles exclusivos de circulación.
Aseguró que la implementación de este sistema “es la medida más coherente para dar solución a la congestión vehicular” y agregó que “durante mucho tiempo escuchamos las denuncias de usuarios de taxis que decían que los mismos no ingresaban al microcentro debido al caos en el tránsito y que los pasajeros de las líneas de colectivos aseguraban que demoraban mucho en recorrer pocas cuadras del microcentro, solicitando medidas drásticas para liberar la circulación.”
Sciutto, tras recordar que en otras ciudades restringen el ingreso de vehículos según la terminación del número de su chapa o en su totalidad”, precisó que en Rosario esta “se complementa con el resto del plan de movilidad, que incluye cocheras subterráneas, estacionamiento medido junto con otros proyectos”.
Desde la UCR se oponen
En tanto, el concejal del radicalismo Jorge Rosario Boasso pidió la suspensión, “en forma provisoria y por el lapso de 90 días”, de la primer etapa del sistema de carriles exclusivos.
“Los ciudadanos están inquietos y con justas razones porque no se les brinda soluciones a sus planteos”, comenzó diciendo el edil, y señaló que como consecuencia de la implementación de los carriles exclusivos “los comerciantes auguran pérdidas económicas y complicaciones en el sistema de carga y descarga de mercaderías, y el sector de la construcción está en alerta”.
Por ello, para Boasso es necesaria “la urgencia de frenar, al menos por un tiempo, la implementación” de estos carriles de circulación, que fueron aprobados –es justo recordarlo- con el voto de este mismo edil rosarino.
Por otra parte, se prevé convocar a una audiencia pública a representantes del Ente de Transporte de Rosario (ETR), de la Secretaría de Servicios Públicos, concejales, asociaciones vecinales, usuarios del transporte público, comerciantes y vecinos, “a fin de debatir sobre el impacto de la implementación del nuevo sistema de circulación y la afectación que el mismo puede traer a la ciudadanía”, destacó.
“Es necesario, además, que el Ejecutivo municipal estudie la factibilidad de convertir la modalidad de carriles exclusivos en carriles preferenciales en todas aquellas arterias cuyo ancho sea menor de 8 metros”, propuso Boasso.
Recordó, asimismo, una iniciativa suya presentada en mayo de 2007, donde planteaba “eliminar obstáculos” en las calles más angostas con el objetivo de ganar un carril que sea utilizado preferentemente por el transporte público de pasajeros.
"Con esto se lograba que las calles se conviertan de dos a tres carriles y, además, contar con un carril preferencial para el transporte de pasajeros" concluyó Boasso. (Jackemate.com)