La Policía belga detuvo este viernes, en medio de un vasto operativo policial, a Salam Abdeslam, miembro prófugo del comando que perpetró los atentados de París el pasado 13 de noviembre. Su captura es un “golpe importante a la organización terrorista Estado Islámico en Europa”, según declaró este sábado el ministro de Interior francés Bernard Cazeneuve
Según un trascendido que publicó este sábado ‘La Vanguardia’ de Barcelona en su sitio digital, Abdeslam declaró ante los investigadores que el 13 de noviembre debía hacerse explotar con un cinturón de explosivos, como los otros tres terroristas en el Estadio de Francia, pero dio marcha atrás.
El yihadista se encontraba en su madriguera, concretamente en el número 72 de la calle Quatre-Vents del barrio bruselense de Molenbeek.
Abdeslam resultó herido leve en una pierna durante su arresto, aunque ya le ha sido dada el alta hospitalaria junto con otra persona, que ha sido identificada como Amine Choukri.
La Policía asegura de que el hecho de que Abdeslam siga con vida permitirá conocer mejor el funcionamiento y las estrategias de ISIS porque este yihadista es una vía para conocer el mundo interior del grupo terrorista, dado que, por norma general, sus miembros se suicidan.
Por su parte, Cazeneuve asegura que “deberá responder de sus actos ante la justicia francesa”, por lo que el yihadista tendrá que confesar y aclarar las incógnitas que quedaron sin resolver.
El ministro francés ha advertido de que la lucha terrorista está lejos de haber terminado y que “el nivel de la amenaza sigue extremadamente elevado”.
También ha añadido que “se tomarán disposiciones para continuar la adaptación ante ese riesgo” y ha reiterado la “determinación total” de su país para “yugular la amenaza terrorista”.
Hollande, que este viernes estuvo en Bruselas, ha avanzado que la Justicia francesa va a solicitar muy rápidamente la entrega de Abdeslam, algo a lo que las autoridades belgas no se van a oponer, y que podría tardar varias semanas.
El presunto cerebro de los atentados de París está cooperando con la Policía belga pero tiene pensado rechazar su extradición a Francia, según ha informado su abogado este sábado en declaraciones recogidas por el diario galo ‘Liberation’. Bruselas se enfrenta a la amenaza yihadista más allá de Molenbeek.
El terrorista, de 26 años, ha sido el gran objetivo de las fuerzas de seguridad belgas, mientras que su hermano, Brahim Abdeslam, de 31 años, también fue uno de los integrantes del comando que atentó aquella noche en París y acabó haciéndose estallar tras descargar su fusil. (Jackemate.com)