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“Qué calor que hace Alfil por aquí, en la Rosada, y no es justamente por las altas temperaturas que no ceden. Es por la suerte de Jorge Capitanich, el gobernador chaqueño en goce de licencia y actual Jefe de Gabinete de ministros, quien no pega una buena los últimos días y a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ya no le gusta nada y parece que le está cayendo tan mal como huevo frito al hígado”

De esta manera se despachó un amigo personal que tengo en Balcarce 50 de la Ciudad de Buenos Aires, cuando este sábado, al mediodía, me llamó para saludarme y contarme algunas noticias que se vienen sucediendo en el palacio de CFK.

“Ché será para tanto el enojo de la presi”, le respondí a mi amigo, como para que se llegue a esta situación incómoda; y además, fue la primera mandataria quien, en definitiva, lo eligió al chaqueño de risa ancha siempre.

“Tenés razón Alfil. Fue Cristina quien lo llamó para que se haga cargo de la Jefatura de Gabinete. Y el que también está enojado y bastante decepcionado es el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, el ‘Chino’ Carlos Zannini”, me agregó este amigo, y esto como pase de factura por haber mandado el chaqueño a la Gendarmería Nacional después de la negativa del ex amante del PC al pedido del gobierno de Córdoba por la protesta policial.

“Y ahora, Cacho, que podrá hacer la presidenta para remediar esta situación nada confortable. ¿Y si lo llama al gobernador de Entre Ríos, Sergio Uribarri, que también cuenta con el gusto de Cristina su imagen?”

A lo que mi amigo me contestó lacónicamente: “No puede Alfil hacerlo ahora, sería como un suicidio político que podría derivar en una explosión de magnitud de alcance desconocido y un elemento que puede tomar la oposición para criticar la gestión de CFK”.

Y seguimos conversando y ahí fue cuando mi amigo me recordó que no es la primera vez que CFK se equivoca en las elecciones de funcionarios para su gobierno.

“No tenés que olvidarte de Amado Boudou, un carilindo marplatense de origen ucedeísta, que fue elegido por la misma presidenta a regañadientes de muchos de sus acólitos miembros de su gabinete, incluido el hijo Máximo y la pibita Florencia”, me dijo.

“Y bueno, ahora habrá que esperar debajo del alero, para que la tormenta política no te alcance y provoque daño. Ah, pero la presidenta no vuelve los primeros días de enero, parece que quiere quedarse en su Calafate santacruceño hasta mediados del mes venidero, así no sufre los calores de esta región y los cortes del flujo eléctrico. Un agrazo y feliz año 2014 Alfil!!!!”, concluyó. (Jackemate.com)

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