La vecina República del Brasil, a diferencia de la Argentina, desarrolla plenamente la renovación de sus fuerzas armadas. Y todo impulsado por su nuevo peso económico y su profundo deseo de darle mayor proyección a su influencia internacional
“Brasil está en pleno proceso de renovación de sus fuerzas armadas para garantizar la defensa de su territorio y la protección de sus recursos naturales”, afirmó el funcionario allegado al Ministerio de la Defensa.
"Un país que aspira a tener dimensión internacional tiene que tener en las fuerzas armadas un ejemplo de su capacidad”, afirmó la presidenta Dilma Rousseff, y aseveró, en el mismo sentido, que “es imprescindible disminuir nuestras vulnerabilidades, modernizar los medios operativos e integrar cada vez más las tres fuerzas".
La presidenta del Brasil ratificó el rumbo pautado por la Estrategia Nacional de Defensa (END), aprobada en 2008, durante el gobierno de su antecesor, Luiz Inacio Lula da Silva.
La END estableció como ejes la reestructuración de las fuerzas armadas, la reactivación de la industria de defensa y la recomposición de los efectivos militares, que hoy llegan a 319.427 hombres y mujeres en las tres ramas.
Así, en 2010, bajo la supervisión del entonces ministro de Defensa Nelson Jobim, se creó el Estado Mayor Conjunto de las fuerzas armadas, a cargo del general José Carlos de Nardi, y se comenzó a diseñar el ambicioso Plan de Articulación y Equipamiento de Defensa (PAED), que el actual ministro, Celso Amorim, y De Nardi presentarán al Congreso en las próximas semanas.
Si bien varios de sus proyectos ya están en ejecución, el PAED se extiende por los próximos 20 años, con unos gastos de inversión en armamento y equipos estimados entre 30.000 y 35.000 millones de dólares.
"Brasil está saliendo de una situación de abandono de sus fuerzas armadas y cuando completemos nuestro plan tendremos una capacidad adecuada para la que es la sexta economía del mundo, tal vez la quinta para entonces", confluyó afirmando el general De Nardi. (Jackemate.com)