El austriaco Félix Baumgartner batió este domingo el récord de salto desde más altura jamás realizado. Más dos horas y media le costó ascender, en una cápsula presurizada colgada de un globo estratosférico, hasta 39.068 metros, superando por casi 3.000 metros el reto que se había marcado
Luego abrió la escotilla de la cápsula y saltó al vacío, tardando apenas unos 16 minutos en volver a la superficie terrestre -el último tramo con el paracaídas desplegado- y apuntarse un triunfo que millones de personas siguieron en directo por internet transmitido desde Roswell, en el desierto de Nuevo México, en Estados Unidos.
Con su arriesgadísima excursión a la estratosfera, Baumgartner, de 43 años, ha fulminado el récord anterior de altura del salto, fijado en 1960, en 31.333 metros.
El héroe de hace 52 años tiene ahora 84, se llama Joe Kittinger, se ha mantenido en contacto desde la sala de control con el austríaco durante el ascenso de la cápsula.
La aventura, patrocinada por la marca de bebidas Red Bull, se planteó en 2005 y ha hecho falta mucho trabajo del equipo de ingenieros, expertos paracaidistas y médicos para hacerla realidad.
Hoy, tras varias horas de preparación, y después del aplazamiento del pasado martes debido a los peligrosos vientos racheados en la zona, la cápsula con Baumgartner dentro, vestido con su especial traje presurizado, ha empezado a ascender en el cielo de Nuevo México a las 17.30, hora peninsular.
Casi una hora después, a las 18.30, ha cruzado el ecuador inicialmente previsto de su viaje, a 18.000 metros de altura, y ha seguido subiendo colgado del globo, hecho de un finísimo material plástico e inflado con helio.
Las varias cámaras dentro y fuera de la cápsula fueron mostrando la impertérrita cara de Baumgartner, a través de la visera del casco, y el insólito panorama del planeta Tierra.
Antes del salto definitivo de hoy, el experimentado paracaidista austriaco, había realizado una primera prueba con todo el dispositivo completo el pasado mes de marzo, pero solo saltando desde 21.828 metros.
En julio ya saltó desde 29.584 metros y alcanzó en caída libre 864 kilómetros por hora. Hoy, tras 2 horas 36 minutos dentro de la cápsula, y cuando estaba a 39.068 metros de altura, ha abierto la escotilla (una vez igualada la presión exterior e interior) y se ha lanzado al vacío.
Medio minutos después iba ya a mil kilómetros por hora. Tras una vertiginosa caída libre de algo más de cuatro minutos, ha abierto el paracaídas para descender suavemente al suelo.
La misión ‘Al borde del espacio’, como la denomina Red Bull, concluyó con un éxito rotundo. En realidad, el espacio está bastante más lejos: 100 kilómetros de altura sobre el suelo es la frontera oficial del espacio. La Estación Espacial Internacional está en órbita a unos 370 kilómetros de altura y los satélites de comunicaciones, a 36.000 kilómetros. (Jackemate.com)