Entre doce y catorce disparos impactaron la noche de este viernes contra el frente de la vivienda familiar del gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, que queda en la zona nordeste rosarina. Las primeras informaciones dicen que los disparos se produjeron entre las 21 y las 21.30 horas y sus autores habrían sido cuatro encapuchados que se movilizaban en sendas motocicletas
Los disparos impactaron en el frente de la propiedad del mandatario que queda en Darragueira y Gallo, en el barrio de Alberdi, una tradicional y coqueta zona del municipio de Rosario.
Según las primeras informaciones, en el momento del atentado, Bonfatti estaba en la casa con su esposa, también funcionaria del gobierno provincial y no se registraron heridos.
Tres de los disparos traspasaron el frente de la casa e impactaron en el living del domicilio, ubicado en la planta baja.
Tras conocido el atentado, gobernador estuvo acompañado por los ministros de Gobierno y de Seguridad, Rubén Galassi y Raúl Lamberto, respectivamente, evaluando la situación y los pasos a seguir, así como la intendenta rosarina Mónica Fein, todos del Partido Socialista.
Según algunos vecinos, los disparos ocurrieron entre las 21 y 21.30, y fueron efectuados por cuatro personas encapuchadas que se movilizaban en motocicletas.
La policía encontró varios casquillos de distintos calibres en el lugar del hecho, las que aún están enumerados en el piso, donde está trabajando personal policial realizando las pericias correspondientes.
La zona fue cercada por numerosos policías, y reina un marcado hermetismo, además de cierta tensión.
Tras conocerse el suceso, Bonfatti recibió muestras de apoyo y solidaridad de parte de referentes de todo el arco político provincial y nacional.
Desde el Gobierno nacional, el jefe de ministros Juan Manuel Abal Medina y de Defensa, Agustin Rossi, así como el secretario de Seguridad, Sergio Berni, se comunicaron con el mandatario provincial para ponerse a su disposición.
Hasta esta noche, y como consecuencia de una serie de operativos de seguridad referido con el narcotráfico y el lavado de dinero, habían sido amenazados funcionarios provinciales, pero nunca se había llegado tan lejos como lo ocurrido esta noche del viernes, según fuentes gubernamentales.
Esas habrían sido telefónicas, y mediante mensaje de textos, contra distintos funcionarios de la provincia y sus familiares, así como contra las autoridades policiales, aunque la situación nunca había alcanzado esta gravedad.
Las primeras amenazas surgieron a mediados de junio y estaban dirigidas a un juez, pero luego se extendieron a los demás funcionarios.
La causa por estos disparos está en manos del Juzgado de Instrucción Nº 5, a cargo de la jueza Maria Luisa Pérez Vara, e interviene la fiscal Cristina Rubiolo. (Jackemate.com)