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Por Ricardo Marconi (*)

Es evidente que comenzó a hacerse realidad la resultante de las visitas de altísimos funcionarios del Comando Sur y de la CIA a la Argentina: Argentina decidió reequiparse militarmente con la compra de aviones y helicópteros de combate, así como tanques y submarinos estadounidenses.

La Agencia  NA  hizo conocer, en las últimas horas, que el reequipamiento  de las Fuerzas Armadas, que comenzó con la adquisición de cazas supersónicos F-16  para la Fuerza Aérea, se debe complementar con otros tipos de armamento, ya que no sólo se debe custodiar  el espacio aéreo de nuestro territorio, el que debe ser complementado con aeronaves reabastecedoras de combustible  en vuelo para los aviones adquiridos,   estaciones de radar en tierra y sistemas  de artillería aérea para el Ejército, a lo que deben sumarse cañones y misiles de diverso rango.

Las grandes urbes argentinas también merecen protección aérea y terrestre, a lo que hay que sumar la optimización de unidades militares.

El Jefe de Gabinete de ministros, Nicolás Posse, comunicó a los senadores, en su reciente informe de gestión, que se está “evaluando la incorporación de aeronaves KC-135 Stratotanker, para reabastecer en vuelo a los F-16″, teniendo en cuenta que la extensión del territorio nacional y la incompatibilidad para realizar esta tarea de los aviones Hércules, hacen necesaria dicha adquisición.

Otras inversiones

Posse, quien no es afecto a las declaraciones públicas, admitió ante los legisladores que “se deberán realizar inversiones en pistas y plataformas en las bases aéreas nacionales para utilizar el nuevo armamento y la compra de los aviones cisterna se ubica dentro de un plan de adquisición de armamento de origen de los Estados Unidos que le pone un punto final a la probabilidad de comprar armas a China”.

Es más, analistas de defensa especulan con la posibilidad de que el Estado argentino se vea en la necesidad de comprar helicópteros militares, que son unos de los bienes más preciados por el Ejército y la Armada.

Es que la adquisición de helicópteros medianos es una de las prioridades para los generales del Ejército, ya que son el medio de transporte más versátil para llevar adelante misiones. Durante la gestión de Jorge Taiana al frente del Ministerio de Defensa se firmó una carta de Intención con Airbus para la adquisición de doce unidades H215M, de la firma de la Unión Europea.

Las aeronaves fueron diseñadas en Francia y realizaron su primer vuelo el 13 de septiembre de 1978. Desde entonces, se comercializan para usarse en el ámbito civil y militar y es útil para tareas de búsqueda y rescate y guerra antisubmarina.

El ministro de Defensa, Luis Petri tiene, según las Operaciones de Crédito Público del Presupuesto 2024, la posibilidad de adquirir hasta 20 unidades de Helicópteros Utilitarios Medianos, contando con un presupuesto total de USD 400 millones, sin especificar una elección.

La necesidad de helicópteros militares para la Armada es más urgente,  puesto que tiene la misión de custodiar el mar argentino y la Zona Económica Exclusiva que, según la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, es una zona del océano en la que un Estado soberano tiene derechos especiales en relación con la exploración y el uso de los recursos marinos, incluida la producción de energía a partir del agua y el viento.

La Fuerza Aérea, ante la difícil situación imperante requiere helicópteros livianos para complementar la acción de los buques desplegados en la zona económica nacional.

Submarinos

Acerca de la fundamental arma de cualquier Armada: los submarinos, el jefe de Gabinete, Posse, explicó que “se están evaluando propuestas para la fabricación en el país de tres sumergibles, clase Scorpene, un proyecto conjunto hispano-francés de buena acogida internacional por las compras encargadas por otros países.

Características técnicas del submarino Scorpene

Está considerado un submarino de quinta generación capaz de lanzar torpedos de distintos tipos, según el cliente, contramedidas, minas y misiles de crucero. Además, se le puede incorporar una propulsión independiente del aire, que le otorga una autonomía sumergida de algunas semanas en lugar de algunos días.

En este caso, no se han especificado plazos de concreción, pero es uno de los intereses más importantes de la Armada tras el hundimiento del ARA San Juan.

Las Fuerzas Armadas de nuestro país fueron creadas en 1853 y actualmente las conduce el ministro de Defensa, quien tiene bajo su mando al Estado Mayor Conjunto.

Vale recordar que el servicio militar no es obligatorio y los proveedores nacionales son el Astillero Río Santiago, Fabricaciones Militares, la Fábrica Argentina de Aviones y el INVAP, junto al CITEDEF.

La profesionalización del Ejército se inició en las 1900 y dos décadas después hicieron su aparición en la política argentina golpes de Estado en 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976.

Los habituales proveedores de armamento desde el extranjero son Estados Unidos, Francia, Italia, Brasil, Suecia e Israel.

A partir de 1983, con el retorno de la democracia, las Fuerzas Armadas redujeron su número y su presupuesto. El embargo del gobierno británico se suprimió en 1990 y a partir de allí se le otorgó la asignación de aliado importante   extra OTAN por parte del expresidente Clinton y, a partir de allí se gestó una política de cooperación con las fuerzas armadas de Brasil y Chile.

Cooperación defensiva

Argentina mantiene una estrecha relación de cooperación militar y defensiva con Estados Unidos y, en menor escala, con Israel, Alemania, Francia e Italia.

En 2013 se reforzó, con 4.500 efectivos el Operativo Escudo Norte, el Fortín II para operaciones de vigilancia y control de área geográfica de interés nacional, aunque también son utilizados para operaciones de ayuda humanitaria y comunitaria.

Aunque aún no se logra cumplir con todas las necesidades, en su momento se inició un despliegue de radares en el espacio aéreo norteño, con equipos construidos en el INVAP.

En 2015 nuestro país incorporó cuatro Avisos, los que recibieron el nombre de ARA Estrecho de San Carlos, ARA Puerto Argentino, Islas Malvinas y ARA Bahía Agradable.

En octubre de 2016 se dio a conocer la adquisición de lanzamisiles antiaéreos RBS -70 NG suecos, con un gasto de 45 millones de dólares.

Asimismo, en noviembre de 2016, el gobierno argentino lanzo un plan de inversión militar de 4.515 millones de dólares para 2017 y 15.085 millones de la misma moneda para 2019, destinados a aviones para la Fuerza Aérea y para buques para la Armadas, así como repuestos para mantenimiento.

En 2017 se generó un plan conjunto para los ministerios de Defensa y Seguridad para agregar más radares al Escudo Norte y un plan de monitoreo para ese mismo sector del país.  El ministro Julio Martínez solicitó un informe socio ambiental   que habría posibilitado la soterrada actividad de espionaje sobre actores sociales que pretendían realizar actividades prohibidas por las leyes de Defensa, Seguridad Interior e Inteligencia.

Me dicen que, en su momento, la exministra de Defensa Silvina Garré mantuvo diálogos con su par ruso para adquirir helicópteros, estaciones de radar y programas informáticos (AFP).

Además, en 2004, Néstor Kirchner y Vladimir Putin firmaron un convenio militar y Garré debió viajar a Ucrania para analizar la instalación de una fábrica de aviones militares Antonov. Por otra parte, Argentina estaba interesada en la radicación de talleres de reparación de aviones militares y el suministro de armas.

A Estados Unidos le adquirimos arnés de torso para paracaídas chalecos salvavidas, trajes de anti exposición, cascos de vuelo y elementos de aviones A 4ª, así como máscaras de oxígeno. También adquirimos al país del Norte buzos de vuelo,  guantes y trajes antigravedad para los mismos aviones, subfusiles,  fusiles de asalto,  fusiles de cerrojo, fusiles de combate y para francotiradores, ametralladoras de uso general y pesadas, lanzagranadas, cañones automáticos, bombas de 11 kilos, cañones revólver para aviones A4A y misiles aire-aire. Junto a cohetes.-

A pesar de todas las adquisiciones enunciadas, la situación de las Fuerzas Armadas se considera crítica, según la opinión de pilotos de combate retirados, por lo que se hace difícil controlar el espacio aéreo argentino que alcanza a más de 3 millones y medio de kilómetros cuadrados, contando la parte continental, insular y la Antártida.

La Fuerza Aérea no sólo debe hacer hincapié en la intercepción de vuelos ilegales, sino que deben asistir a las que se encuentran en dificultades. Se necesitan más de 20 aviones para cubrir todo el territorio.

En algún momento de gestiones gubernamentales anteriores, hubo negociaciones con el Estado de Israel con el involucramiento de la Industria Aeroespacial de Israel. Le ofrecieron a Argentina aviones con 40 años de antigüedad con una reactualización de motores estadounidenses J-79 revisados, con la inclusión de un radar de barrido electrónico EL/M 20132 y los sistemas electrónicos y de armamento actualizados.

Esos aparatos fueron utilizados –al momento de la oferta- por las Fuerzas Armadas de Colombia, Ecuador y Sr. Lanka. Incluso a la Argentina, trascendió, iban a venir técnicos israelíes para ensamblar las naves y dejarlos listos para volar. Pero, me señalaron, todo habría quedado en la nada. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política

 

 

 

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