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Efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía santafesina, bajo la supervisión de la Agencia de Investigación Criminal, allanaron la mañana de este viernes el domicilio del fiscal de la Unidad de Flagrancia de Rosario, Gustavo Ponce Asahad, en el marco de una investigación abierta por la Justicia de esta provincia por su presunta colaboración con una banda vinculada al juego clandestino y que, además, se dedicaba a realizar extorsiones.

Al término del allanamiento, el funcionario judicial desde la vereda de su vivienda, en el coqueto bulevar Oroño 1217, dialogó brevemente con un grupo de periodistas, a quienes negó vinculación con la llamada banda de narcotraficantes ‘Los Monos’, cuyos jefes y lugartenientes están muertos o detenidos cumpliendo condenas.

Ponce Asahad, que es funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA), no fue detenido por el momento, pero de su vivienda allanada se retiraron distintos elementos, entre ellos celular y equipo de computación, entre otros.

La investigación busca establecer quien fue el nexo de Fiscalía con uno de los integrantes de la banda que aún permanece prófugo. Ese contacto se dio precisamente tras el atentado al Casino.

A partir de la apertura de un teléfono de “Cachete” Díaz, imputado como instigador del citado atentado, los investigadores supieron que el acusado le pidió a una persona que moviera contactos en el MPA para lograr la liberación de dos hombres, uno de ellos identificado como Hernán Quintero, detenidos por portación de arma.

El vocero del MPA, Sebastián Carranza, señaló que “es un procedimiento que tiene relación a una investigación de la Agencia de Criminalidad Organizada sobre la filtración de información sensible dentro de una pesquisa en curso. Lo que se realiza en domicilio del fiscal es un allanamiento en busca de material de interés para la causa y de teléfonos celulares”.

Y afirmó, en un improvisado encuentro con periodistas al frente del domicilio allanado, que “el fiscal Ponce Asahad tiene una investigación abierta por incumplimiento de los deberes de funcionario público”, para luego precisar que “no está detenido” y que no pueden brindar más información porque “hay muchos temas en reserva. Por el momento, esto es sólo un allanamiento para recabar material de interés, incautar el celular del fiscal para poder analizarlo y a partir de eso determinar los pasos a seguir”.

Carranza manifestó que Ponce Asahad, quien también ejerce la titularidad de la Unidad Especial de Covid-19, «sigue en el cargo por ahora», pero aclaró que su situación «debe ser definida por la Fiscalía Regional con los pasos a seguir en las próximas horas».

Carranza agregó que el procedimiento en la casa de Ponce Asahad estuvo precedido por otro allanamiento hace unos días en la vivienda de un colaborador del fiscal, «a quien se le secuestró material de interés y el teléfono celular para ser analizado».

Frente de la vivienda del fiscal Gustavo Ponce Asahad

Las sospechas de que un integrante de la Fiscalía facilitaba datos a miembros de una organización delictiva quedaron expuestas en una audiencia pública en la que se ventiló una trama de extorsiones que llevó a descubrir una red de casinos clandestinos en el Gran Rosario y en la que fueron acusadas cinco personas, entre ellas un oficial retirado de la policía y un hombre que está preso por instigar el atentado cometido en enero pasado contra el Casino City Center donde un apostador resultó asesinado.

Precisó, asimismo, que este allanamiento tiene relación con la investigación que pusieron en conocimiento los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, que trascendió la semana pasada y que integra una pesquisa más grande como la del homicidio en el Casino City Center, juego clandestino y otras situaciones.

“Dentro de esa investigación, se supo que desde una fiscalía se había pasado información a una banda. Entonces a partir de esa información se abrió esta investigación paralela”, puntualizó.

El que recibió ese pedido es Leonardo Andrés Peiti, un hombre de 46 años con reiteradas causas por controlar empresas de juego ilegal, pero que no pudo ser hallado por la Justicia. Peiti, según la investigación de Edery y Schiappa Pietra, se comunicó con alguien en el Centro de Justicia Penal.

Desde adentro de la Fiscalía, el consultado respondió con información fina: dijo que Quintero se había comido un encubrimiento por circular en un auto robado al ser detenido y que tenía un arma calibre 9 milímetros por lo que le imputaron portación de arma de guerra. También agregó algo significativo como para señalar que poco se podía hacer para beneficiar al detenido. “No tengo la causa yo”. No obstante dejó ver que haría una última gestión intercalando “un comentario”. Agregó por último que al no tener antecedentes al imputado en un mes podrían darle la libertad.

La investigación para dar el origen con esa filtración derivó en el procedimiento de esta mañana en la casa del fiscal Ponce Asahad. Un par de horas después de que se iniciara el allanamiento llegaron al lugar los abogados Franco Gardelli y Fernando Mellado, quienes asumieron la defensa del funcionario del MPA.

Hay mucha información en reserva y que manejan los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada. La reserva es por las implicancias que puedan tener este caso por la posible participación de funcionarios y por el tipo de información sensible que podría conectarse con otra investigación», concluyó Carranza.

“Es una barbaridad”

El fiscal de Flagrancia Gustavo Ponce Asahad, al encontrarse en la vereda de su domicilio, tras ser allanada su vivienda, negó estar vinculado con esos episodios, pidió ser separado provisoriamente de su cargo y afirmó que “es una barbaridad” que se lo asocie con una banda delictiva vinculada con Los Monos.

«La verdad es que me sorprende esta investigación donde me asocian a una banda vinculada ni más ni menos que con ‘Los Monos’, dijo conmocionado, para luego sostener que es “respetuoso de la investigación que llevan otros fiscales” y, en tal sentido, “me he sometido voluntariamente al proceso», aclaró.

«Sé que yo no filtré la información que anda dando vueltas. Yo no puedo decir nada de mi ayudante, será el que deba responder. Yo, y todo el MPA lo sabe, esta persona es una de las personas más contraídas al trabajo», concluyó diciendo en defensa de su empleado. (Jackemate.com) 

 

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