La verdad primó y la realidad del ‘affaire’ amoroso fue incontrastable. Monseñor Fernando María Bargalló, obispo de Moreno-Merlo y ex presidente de Cáritas Argentinas, renunció a su cargo tras presentarse ante la Nunciatura Apostólica en Argentina
Y al final se supo. No era una amiga de la infancia con quien estuvo en paradisíacas islas y hoteles del Caribe mexicano, aunque eso fue lo primero que argumentó monseñor Bargalló, tras ser sorprendido, a través de unas fotos con una mujer, en unas playas mexicanas.
En un primer momento, el religioso había asegurado que la mujer era tan solo "una amiga de la infancia" y había pedido disculpas por "las malas interpretaciones".
Monseñor Bargalló había viajado a México porque había sido convocado por el Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Pastoral Social Cáritas.
Pero el viaje no sólo fue religioso. El hoy renunciante prelado se paseó por hoteles exclusivos y playas paradisíacas acompañado de una empresaria argentina con la que vivió una "mini luna de miel".
Las fotografías que trascendieron generaron una polémica que llegaron al corazón del mismísimo Vaticano, por lo que Bargalló no tuvo otra opción más que presentar su renuncia.
Y presentó su dimisión ante la Nunciatura Apostólica, tras hacer su descargo del caso ante monseñor Emil Paul Tscherrig.
Pero ahora Bargalló deberá esperar para saber si el papa Benedicto XVI acepta o rechaza su renuncia.
Una “luna de miel” deseada
El romance de Bargalló comenzó en enero de 2011 cuando con María de las Victorias Martínez Bo llegaron a Ezeiza, pero por separado, para tomarse dos aviones distintos hacia Estados Unidos, según publicó este jueves el diario ‘Crónica’.
La clandestina pareja, tras su vuelo, se encontró en Miami y de ahí viajaron juntos como pareja hacia México, donde se hospedaron en varios hoteles de la costa de ese país.
Pasaron por la villa balnearia de Puerto Ángel y la costa marítima del estado de Oaxaca, así como por las playas de Xicatela, en la ciudad de Puerto Escondido, y las playas de Ixtapa. Allí se hospedaron en los hoteles más discretos pero exclusivos.
Al parecer, a su regreso a Buenos Aires, la dueña del coqueto restaurante ‘Jolie Bistró’ creyó que Bargalló dejaría los hábitos, cosa que no ocurrió.
Desilusionada, la empresaria porteña habría colocado en la carta de precios una leyenda que dice: "El amor es tan importante como la comida pero no alimenta". (Jackemate.com)