El Gobierno nacional, a través del presidente Mauricio Macri, confirmó que ha tomado la decisión de movilizar a personal militar del Ejército y de la Armada hacia la frontera norte. El objetivo básico es el de brindar apoyo logístico a las Fuerzas de Seguridad en la lucha contra el narcotráfico
De esta manera, las Fuerzas Armadas se encargarán de la seguridad de las instalaciones donde se asientan los radares de la Fuerza Aérea, a través de los cuales se captan los vuelos ilegales, a lo que se sumará la vigilancia en las centrales hidroeléctricas, ante la probabilidad de una agresión externa.
A ello se sumará la tarea de transporte de tropas y logística para los casos en que sea necesaria la intervención de helicópteros artillado, si se diera el caso de agresiones externas de toda índole.
Macri avaló políticamente y de manera efectiva un cambio de la política militar de nuestro país, ya que sus decisiones implican utilizar los efectivos señalados, tanto de manera disuasiva como activa, posibilitando ello la intervención, -en forma de colaboración-, con la seguridad interior.
Más gendarmes en centros urbanos
Los gendarmes dedicados habitualmente a dichas tareas podrán ser movilizados a centros urbanos para apoyar las tareas de seguridad, gestión que avalaron, junto a Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña y los ministros de Defensa y Seguridad, Oscar Aguad y Patricia Bullrich, respectivamente.
Las decisiones tomadas, a publicarse en el Boletín Oficial en los próximos días, promueven la modificación de artículos de las leyes de Defensa y Seguridad Interior, esto es el decreto 727, impulsado por la ex ministra de Defensa Nilda Garré, incluyendo lo antedicho una reconversión del aparato militar.
Lo apuntado obligará, paralelamente, a reestructurar la gestión de la Policía Federal, la Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeronáutica e, incluso, la Prefectura, organismos que deberán poner más efectivos en la vía pública, tanto en la Capital, el Gran Buenos Aires como en los centros urbanos más conflictivos del país, entre los que se encuentra Rosario.
El esquema apuntado, vale puntualizarlo, se llevó a cabo, parcialmente, en la Gestión Garré con la implementación del operativo “Escudo Norte”.
Ciberataques
A lo antes mencionado vale agregar que se ha planificado la generación de nuevas unidades de despliegue rápido, a lo que se sumaría una conducción militar centralizada y el impulso de la ya conocida figura de los “reservistas” que hoy se desempeñan de manera reducida.
La complementación de todo el sistema propenderá a la puesta en marcha de profesionales civiles especializados en responder ante ciberataques.
No está alejada del plan previsto, la aplicación de medidas estructurales que posibilitarían la eliminación y fusión de bases militares, estando planificado el ingreso de ingenieros en el área de ciberdefensa.
Aunque no tomó estado público apropiado, si ha trascendido que se tomará en cuenta la convocatoria, si es necesario como reservistas, los militares pasados a retiro y los militares especializados en el manejo de radares.
La idea del ministerio de Defensa sería la de trabajar junto a aliados estratégicos ante amenazas, a los efectos de definir, rápidamente, el despliegue territorial y la cobertura del espacio aéreo
Cabe señalar que el proyecto de Defensa tenderá primero a precisar el número de efectivos necesarios, el número de reservistas y los tiempos de entrenamiento de las nuevas fuerzas necesarias para cubrir los 129 lugares críticos a defender con el Ejército que- hoy por hoy- cuenta con 6.100 oficiales y casi 23.500 suboficiales.
No ha sido dejada de lado la cuestión del terrorismo internacional y el refuerzo de la presencia argentina en el sur del país.
Por último, está previsto reestructurar el equipamiento en base a inversiones concretas y en ese sentido se evaluó la obtención de alrededor de $ 200 millones al año, equivalente al 70 % de lo que se recauda por la venta de inmuebles. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com