El máximo comandante del Comando Estratégico de Estados Unidos, general John Hyten, quien supervisa las armas nucleares y la defensa de misiles, disertando en el foro de Seguridad Internacional de Halifax, en Nueva Escocia hizo saber que rechazaría “una orden del presidente Donald Trump para lanzar un ataque nuclear si la misma fuera ilegal”
Explicitó luego Hyten que ante esa alternativa aconsejaría al presidente y le ofrecería “opciones de una combinación de probabilidades para responder a la emergencia”.
El comentario –que quien esto escribe no considera casual-, fue realizado luego de una reunión del Comité de Relaciones Exteriores en el que se refirió a la autoridad presidencial para lanzar armamento nuclear, la primera de su tipo en más de cuatro décadas.
En realidad, Hyten tiene a su cargo dos maletines que el general lleva a todas partes y mantiene una comunicación directa con el submarino nuclear furtivo más avanzado del orbe.
Tras conocer la información que nos ocupa, China dispuso, de manera urgente, reforzar militarmente su frontera con Corea del Norte, ya que con el correr de las horas se han incrementado las tensiones en la península coreana.
Beijing, en los últimos meses incrementó la realización de pruebas de disparos y ejercicios de ataques con helicópteros en la zona fronteriza, dado que el gobierno chino debe controlar minuciosamente una franja de límites que se extiende por 1.415 kilómetros en los que predomina un clima neblinoso y extremadamente frío.
El lado chino del río Yalu, en la aludida frontera está siendo custodiada con barcazas con soldados fuertemente armados dada la fluctuación de las relaciones entre China y Corea del Norte debido a las pruebas nucleares y de misiles denunciadas por el gobierno del primero de los países mencionados.
Las patrullas tienen la misión de recopilar información, evaluar la situación día a día y mapear con mayor precisión la zona fronteriza con la ayuda de drones y cámaras de alta tecnología.
La cúpula militar china –según la agencia rusa Tass, recibió la orden de desplegar, en la frontera con Corea del Norte, un contingente de 100.000 soldados, los que deberán estar preparados para afrontar “todos los escenarios bélicos posibles”.
El presidente Donald Trump, como al pasar, advirtió que tomaría acciones “unilaterales” para eliminar la amenaza norcoreana si China no se ocupaba más intensamente de convencer a Corea del Norte de terminar con las pruebas misilísticas y nucleares.
El portaviones USS Carl Vinsor y su grupo de ataque testea permanentemente la situación para que no se produzcan sorpresas.
El peor escenario
Los militares que conforman las cúpulas de los países que se pueden ver comprometidos en un factible conflicto nuclear saben que en este tipo de enfrentamientos “nadie gana”. Nos referimos a un ataque preventivo a Corea del Norte.
Sin duda alguna habrá poco tiempo para evacuar millones de ciudadanos inocentes que quedarían en el medio de un fuego cruzado entre Estados Unidos y sus aliados regionales al dar el primer golpe que producirían muchas muertes para ambos bandos.
La operación militar preventiva consistiría en una agresión rápida y multidimensional y la definición, según los especialistas nucleares se poduciría en el primer minuto del enfrentamiento, según lo considera Jerry Hendrix, un capitán de marina, miembro fundamental del Centro para la Nueva Seguridad norteamericana.
Hendrix a las agencias internacionales de noticias le hizo saber su punto de vista especializado. El ex funcionario estima que el ataque preventivo estará dirigido a neutralizar capacidades defensivas y de contraataque de Corea del Norte.
Para ello, entendemos se utilizarían para contrarrestar los misiles tierra-aire de Corea del Norte aviones F-22, F-35 y B-2, de manera conjunta con la colaboración de jets F-15 y F-16 de Japón y Corea del Sur.
Es factible que se utilicen aviones no tripulados y se aportarían aviones F-16 y A-10 que se utilizan para eliminar tanques. Desde la isla de Guam se lanzarían bombarderos B-1, B-2 y B-52, de Estados Unidos.
Buques de guerra
Paralelamente la Armada norteamericana puede utilizar misiles guiados y destructores que se encuentran en Japón con misiles Tomahawk, apoyados por un sistema antimisiles Aegis que podrán utilizarse para interceptar lanzamientos desde Corea del Norte.
También hay un plan de reabastecimiento de armamento, pero del mismo nos ocuparemos en la próxima columna en la que haremos referencia a armamento factible de ser utilizado para nuestra autodestrucción global si no reaccionan a tiempo los gobiernos con desarrollo nuclear. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com