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La  National Aeronautics And Space Administration (NASA)  está investigando la posibilidad de que exista un noveno planeta, teniendo en cuenta  el efecto que produce un cuerpo "invisible" en los otros del sistema solar, más allá de Neptuno y Plutón

La NASA indicó que  ese supuesto planeta, no visible, estaría 20 veces más lejos  del Sol que Neptuno y que sería 10 veces más grande que la Tierra. Allí el Sol no llega, por lo que los aparatos ópticos de la agencia espacial norteamericana no lo registran.

Los astrónomos notaron cierta inclinación en las órbitas de los cuerpos celestes del sistema que nos ocupa y para ellos es indicativo de que “hay algo que ejerce fuerza gravitacional”.

Es que, según los mismos especialistas, se trata de las órbitas de seis objetos en el cinturón de Kuiper que tienen la misma inclinación (30º), en comparación con la forma en que los planetas orbitan nuestro Sol.

El planeta 9

“Ahora hay cinco líneas diferentes de evidencia  que apuntan a la existencia del planeta noveno y si uno resta dicha explicación e imagina que el planeta 9 no existe, genera entonces más problemas que los que soluciona”, según afirmaciones de astrofísico Konstantín Batyquin, del Instituto Tecnológico de California en Pasadena, Estados Unidos.

Anteriormente se denominaba “noveno planeta” a Plutón, pero en 2006 la Unión Astronómica Internacional lo clasificó como “planeta enano”.

Estas presunciones se ponen en blanco sobre negro cuando transcurrieron dos semanas apenas de  que la sonda espacial Cassini  se precipitara –con la anuencia de los científicos-,  hacia Saturno tras concluir su misión.

El futuro nos espera

La agencia norteamericana, a todo esto, ha dejado trascender que en mayo de 2018, lanzará hacia Marte la misión que denomina Exploración Interna utilizando para ello elementos técnicos avanzados para determinar, en el planeta rojo, datos desde el punto de vista sísmico, geodésico y de transferencia de calor mediante un módulo que trazará un mapa del interior profundo marciano que podría alcanzar el centro del planeta.

El estudio permitirá tomar mediciones  sobre el grosor del núcleo, del manto y de la corteza del planeta. Lo hará buscando actividad sísmica y martemotos, esto es vibraciones pequeñas de Marte.

La misión utilizará elementos técnicos que excavarán caloríficamente hasta una profundidad de 5 metros, mientras otra herramienta examinará la velocidad de rotación marciana y el vaivén que hace sobre su eje.

Mars 2020

  “En 2020 está previsto obtener muestras de la superficie marciana. Las mismas serán enviadas a nuestro planeta para concluir  si hay evidencia de vida antigua”, aseguró  Kenneth A. Farley, un científico del proyecto Mars 2020 Rover y en un tiempo posterior  una segunda sonda amartizará  cerca del sitio investigado, mientras una tercera nave recorrerá Marte  y luego recogerá   las muestras que lance al espacio la sonda anteriormente aludida, las que serán enviadas en un recipiente a la Tierra.

Ex Mars, una misión de la Agencia Espacial Europea (AEE) y la agencia espacial rusa tienen previsto enviar y hacer amartizar  un vehículo  explorador europeo y una plataforma de superficie rusa también en 2020.

La exploración de Júpiter

El futuro también tiene en cuenta a Júpiter ya que la misión Europa Clipper explorará más allá de la luna congelada de Júpiter, Europa, haciendo  entre 40 y 45 vuelos de reconocimiento en la presunta década dorada que se generará a partir del 2020.

Esa misión de la NASA permitiría determinar si en Europa puede llegar a haber generado vida utilizando agua líquida, ingredientes químicos y una fuente energética que puedan en conjunto fundir en un elemento biológico.

Asimismo, en el 2022 está previsto, en la misión JUICE –Explorador de las Lunas Congeladas de Júpiter-,  de la agencia espacial europea, analizar Ganímides, la luna más grande del Sistema Solar, así como Calisto, que tiene más cráteres de impacto que cualquier otro objeto en el espacio, hasta el presente.

El JUICE, tras concluir su primera misión, quedará orbitando Ganímides, convirtiéndose  en la primera nave espacial  que girará en torno a una luna que no sea la de la Tierra.

La misión Lucy

Esta misión de la NASA tendrá a su cargo investigar seis de los asteroides troyanos de Júpiter y será enviado a hacer realidad su misión en 2021, debiendo cumplir su objetivo ente 2017 y 2033.

Hayabusa-2

Ese será el nombre con el que la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, según lo consigna el New York Times Internacional Weekly, denominó su misión de llegar en 2018 al asteroide 162173 Ryugu.

En el asteroide está previsto hacer aterrizar una pequeña sonda en la superficie, así como tres mini exploradores  móviles. La nave debe regresar a la Tierra con las muestras logradas en 2020.

 

Osiris –Rex

La misión Osiris-Rex norteamericana, que se encuentra  en viaje desde 2016 tiene previsto aproximarse, en agosto de 2018 al asteroide Bennu, una roca rica en carbono, de 500 metros de ancho.

La roca será sondeada durante un año, luego de lo cual Osiris –Rex deberá hacer una difícil maniobra de toque  y despegue  con un brazo robótico para tomar una muestra de la superficie de un asteroide que  en una probabilidad de 1 en 2500 chocará contra nuestro planeta  a fines del siglo XXII.

En Mercurio

En 2018, la AEE y su par japonesa tienen previsto lanzar la misión Bepi-Colombo parta explorar el planeta Mercurio.

La misión consistirá en la utilización de un Orbitador Planetario y el Orbitador Magnetosférico de Mercurio, luego de llegar a su objetivo en 2015. De esta manera, las dos sondas, de manera independiente, entrarán en órbita  para obtener información sobre  la composición, la atmósfera, la magnetósfera y al geofísica del planeta.

Mientras todo lo apuntado forma parte del futuro cercano, no podemos dejar de mencionar que actualmente la nave Soyuz MS-05, se encuentra en el espacio desde el 28 de julio pasado, luego de partir desde el cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajstán.

 Randy Bresnick, Sergey Ryazanskiy y Paolo Nespoli de la Agencia Espacial Europea  partieron en la Soyuz para arribar tras seis horas de viaje al módulo Rassvet de la Estación Espacial Internacional,  en la que está previsto que permanezcan hasta diciembre, luego de haber sido recibidos por el comandante de la misión Fvodor Yurchikhin y los ingenieros de vuelo Peggy Whitson y Jack Fischer  de la NASA, quienes realizan experimentos en bilogía, biotecnología, ciencias físicas y ciencias de la tierra. (Jackemate.com)

 

(*) Licenciado en Periodismo – rimar9900@hotmail.com 

 

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