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El día después de un ataque a instalaciones iraníes por parte de Israel, a través de su fuerza aérea, es lo que preocupa, y mucho, a los jefes del comando de planificación estratégica del Ejército israelí

“El debate real es qué pasa el día después", dijo Michael Herzog, jefe de planificación estratégica del ejército israelí, en declaraciones que aparecieron en distintos sitios digitales argentinos y del mundo de habla hispánica.

"La discusión número uno radica en qué ocurre una vez que se aplique la opción militar. Estamos asumiendo que los iraníes responderán violentamente, ¿pero qué tipo de escalada tendremos?", agregó.

Desde Jackemate.com venimos anticipando desde hace unos meses que Israel e Irán juegan, por ahora, el peligroso juego de la guerra en una mesa de arena, con sus estrategas planificando y mensurando lo que les puede suceder a sus territorios una vez desatada la maquinaria bélica en cada una de las partes en conflicto.

A esto deberemos sumarle los vecinos árabes de Israel que se sumen al conflicto militar por su proximidad ideológica y religiosa, como el Hezboallah (Partido de Dios) libanés y la República Árabe Siria, que siempre mantuvo una alineación con el gobierno teocrático de Irán.

Irán advirtió que responderá a cualquier ataque y los estrategas militares de Israel creen que sus aliados.

Teherán, en tanto, tiene un número desconocido de misiles balísticos que podrían llegar a Israel, mientras que el Hezboallah cuenta con hasta 50.000 cohetes, algunos de los cuales podrían alcanzar la ciudad densamente poblada de Tel Aviv.

Aunque Israel podría esperar un aluvión de misiles desde varios frentes si decide atacar a Irán, la respuesta podría ser mucho menos catastrófica de lo que algunos predicen puesto que los disturbios en Medio Oriente distraen a los viejos enemigos, dijeron otros analistas.

También hay una creciente opinión en Israel, expresada con insistencia por destacados funcionarios, de que el conflicto resultante sería un precio aceptable a cambio de frustrar el programa nuclear iraní.

Con una encendida retórica, Israel está amenazando con tomar acciones militares, con o sin apoyo de Estados Unidos, si los iraníes siguen desafiando la presión para que detengan sus disputados proyectos.

Pero la pregunta que se hacen todos aquéllos involucrados con la Defensa es qué ocurrirá después de un ataque de esa naturaleza está cobrando cada vez más importancia en discusiones públicas y privadas, lo que sugiere que la elite de seguridad israelí ahora está mirando más allá de una operación inicial, evaluando una estrategia para las consecuencias.

Expertos, quizás con el fin de aplacar los nervios de la audiencia interna, están poniendo en duda cuánto daño podría causar Irán y sus aliados, sugiriendo que la creciente defensa antimisiles israelí debería brindar una sólida protección.

"Las predicciones apocalípticas de qué pasará si Israel ataca a Irán deben ser moderadas", dijo Giora Eiland, ex asesor de seguridad nacional.

Es que los líderes israelíes han visto con preocupación las revueltas que se han multiplicado en Medio Oriente, por temor a que lo dejen aún más aislado o provoquen más inestabilidad en la región.

Pero el conflicto civil en Siria podría eliminar cualquier posibilidad de que Damasco intervenga a favor de Irán, ya que el presidente Bashar al Assad se encuentra demasiado abrumado por los problemas internos como para ayudar a un aliado.

Damasco y Hezboallah en medio de la guerra

El caos en Siria también podría interrumpir las líneas de suministro de Hezbolá, ya que una gran parte de sus armas transitan por territorio sirio.

Algunos analistas incluso creen que el grupo guerrillero podría mantenerse al margen y preservar su fortaleza. Ambos chocaron en 2006, cuando los bombardeos de Hezbolá obligaron a un sexto de la población israelí a refugiarse y los aviones de Israel atacaron los bastiones de la agrupación, matando a cientos de personas.

Hezboallah decidió no abrir un segundo frente contra Israel a fines de 2008, cuando las fuerzas del Estado judío atacaron a su aliado Hamas en Gaza. El líder de la organización islamista, Sayyed Hassan Nasrallah, reconoció por primera vez el mes pasado que su grupo recibe apoyo financiero y material de Irán, pero aseguró que Teherán no pediría ayuda si fuera atacado.

Hamas (una facción islámica palestina) es otra historia. Viejo aliado de Siria e Irán, el grupo se ha alejado de ambos estados durante la primavera árabe y se acercó a los Hermanos Musulmanes de Egipto, lo que hace más improbable su participación en una guerra.

Otros grupos militantes en la convulsionada Gaza de Palestina ocupada, como la ‘Yihad Islámica’, podrían lanzar cohetes y el riesgo de una escalada siempre es posible, pero esa no es una preocupación importante para Israel.

"Con todo el respeto hacia Hamas, cuando uno habla de Siria, Hezboallah e Irán, es como una gota de lluvia en medio de una tormenta", aseveró Amos Yadlin, ex jefe de inteligencia militar israelí y jefe del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional, menoscabando el poder de fuego que pudiera tener esta facción árabe palestina. (Jackemate.com)

 

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