Más de seiscientas embarcaciones participaron de la Caravana de los Deseos de Rosario que terminó en el parque del Monumento Nacional a la Bandera con fuegos de artificios multicolores que fueron apreciados por unas trescientos mil personas que se agolparon en esa zona rosarina para participar de este festejo anual que se convirtió en un clásico de la ciudad.
Esta caravana fue el inicio de los festejos oficiales por el Bicentenario de la creación de la enseña patria, que ocurriera un 27 de febrero de 1812, donde se levanta el Monumento Nacional a la Bandera, único ícono emblemático mundial que honra a nuestra enseña patria.
Allí el general abogado Manuel Belgrano con su regimiento de Patricios y los pobladores de la llamada ‘Villa del Rosario’, vieron flamear la primera enseña patria argentina que, muchos años después, fuera hallada escondida en una abandonada capilla del altiplano boliviano, hasta donde llegó el prócer que murió enfermo en la pobreza librando combates contra el ejército colonizador español.
La intendenta, Mónica Fein, y el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, viajaron junto a otros funcionarios municipales y provinciales en el ‘Ciudad de Rosario’, llamada nave insignia de la caravana, acompañados por invitados especiales y periodistas.
Más atrás, y a su banda de babor, navegaba el ‘Delta Queen’, en el que viajaba parte de la delegación de los juegos panamericanos y otros destacados deportistas.
Y junto a ellas, además de las embarcaciones de la Prefectura Naval Argentina, cientos de embarcaciones deportivas y mayores que, haciendo sonar sus bocinas, anticiparon el paso frente a los distintos clubes y balnearios junto al río Paraná.
La jornada -con un cielo diáfano, un potente sol y una temperatura superior a los 35 grados- fue la compañera ideal de esta séptima caravana, que fuera inaugurada en la primera gestión de Miguel Lifschitz al frente del Palacio de los Leones.
Cuatro aviones civiles, uno de ellos un ultraliviano, acompañaron la navegación desde Costa Alta, en el norte del municipio y a escasos metros del puente Rosario-Victoria, hasta su finalización en el muelle del parque del Monumento Nacional a la Bandera, donde se levantó un espectacular escenario con sonidos y luces, que dio un especial marco a la celebración.
Banderas argentinas
Ocupantes de las distintas embarcaciones acompañaron con banderas argentinas y hasta disfrazados con uniformes de época la caravana, mostrando una imágen de color y alegría al espectáculo.
Tampoco faltaron los colores de los clubes deportivos más importantes de la ciudad -Rosario Central y Newell’s Old Boys- que se mostraron en muchas de las lanchas, así como pelucas con los colores patrios porque esa fue la consigna de esta caravana: usar ropas con los colores azul y blanco de la bandera argentina, en el marco del Bicentenario de su creación en Rosario.
Cuando faltaban unos pocos minutos para llegar a la terminación de la caravana, cuatro paracaidistas civiles, uno de ellos llevando en sus piernas atada una enorme bandera argentina, se los vio deslizarse libremente desde una altura superior a los dos mil metros hasta caer detrás del escenario, logrando un cerrado aplauso del multitudinario público que disfrutó de este salto libre.
Pero la frutilla que corona al postre fue el espectáculo de los fuegos de artificios que, en esta ocasión, duraron alrededor de 15 minutos y se iniciaron con la canción a la enseña patria, y culminaron con una repetición estruendosa de bombas y luces multicolores que provocaron la admiración de la multitud que lo celebró con un cerrado aplauso.
La caravana, pasadas las 21 horas, había terminado, pero en el río Paraná los cientos de embarcaciones que se apostaron en la orilla de las islas, frente a la margen de la ciudad para apreciar el espectáculo de los fuegos de artificios, se mantuvo hasta pasada la medianoche, cuando las luces rojas de posición de las embarcaciones fueron desapareciendo del frente de las islas.
Rosario inició así el 2012, festejándolo con su caravana y su multicolor espectáculo de fuegos de artificios y todos los que participamos nos fuimos contentos porque una vez más demostramos ser una ciudad abierta a todos lo que gusten disfrutar de sus momentos a lo largo del año. ¡¡Salud y gracias Rosario por ser como sos!! (Jackemate.com)