“Hasta que no tengamos una sociedad de valores y con justicia, las heridas seguirán abiertas”, afirmó el ex gobernador de Santa Fe, Hermes Juan Binner, al recordar el décimo aniversario de los trágicos sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001 que terminaron con la caída del gobierno del radical Fernando de la Rúa, a raíz de su renuncia.
“La sociedad estalló en los sectores populares, los que no estaban invitados a la mesa de la Navidad, que habían sido excluidos por el neoliberalismo reinante y un gobierno que demostró una gran incapacidad para entender esa realidad”, relató el máximo dirigente del Frente Amplio Progresista (FA).
Binner, en declaraciones a la radio LT 8 de Rosario, evocó a Pocho Lepratti, una de las víctimas que se cobró la represión de esos trágicos días en Rosario.
"Yo lo había conocido a ‘Pocho’ un sábado por la tarde en el patio de la escuela del Padre Montaldo, en pleno barrio Ludueña”, dijo, para luego señalar que “era un barrio de gente pobre, de casas precarias, de changarines y prostitución precoz.".
El ex intendente rosarino, de extracción socialista, añadió que "el lugar donde trabajaba incansablemente ‘Pocho’ Lepratti por los derechos de la gente, era como un cuadro viviente de Berni, de su Ramona Montiel y de su Juanito Laguna que, al decir del maestro, no era un pobre niño, sino un niño pobre con sus ojos cargados de porvenir.
Precisó Binner que "aquel día, el incansable ‘Pochormiga’ con su bicicleta se trasladó hacia el otro extremo de la ciudad, el barrio ‘Las Flores’ para ayudar, para que coman los niños en una escuela”.
Y afirmó: “Allí cayó muerto. Un esbirro le vació un cartucho de Itaka en la garganta. Otras diez personas siguieron el mismo camino en Rosario y Villa Gobernador Gálvez. La Justicia ligera actuó y encarceló al asesino, pero ¿quién dio la orden de reprimir con armas la protesta social? ¿Por qué de eso no se habla? La justicia está en deuda."
También sostuvo que "diez años después seguimos diciendo que cuando hablamos de desarrollo, hablamos de lo económico y de lo social: si uno falta el otro no compensa”.
Asimismo, dijo que “la Justicia sigue en deuda, pero también la política. Porque falta incorporar valores como el la solidaridad, la participación, y la transparencia”.
Por ello, “hasta que no tengamos una sociedad de valores y con justicia, las heridas seguirán abiertas”, concluyó.
En Rosario, como en otras partes del país, se llevaron a cabo actos evocativos a lo largo de toda la jornada. El más grande en esta ciudad se desarrolló frente al Palacio de los Tribunales provinciales rosarino, donde decenas de personas, entre ellas familiares de quienes fueron muertos en esas luctuosas jornadas de diciembre de 2001, reclamaron ‘justicia’ a los magistrados para quienes tuvieron responsabilidad política por esos hechos acaecidos. (Jackemate.com)