El dictador Muammar Kaddafi está a punto de abandonar el gobierno de Libia. Las fuerzas armadas rebeldes libias llegaron a la llamada plaza Verde, en el corazón de Trípoli, cerca del cuartel general del coronel Kaddafi, donde se desarrollan intensos combates. Saif al Islam, un hijo del mandatario, habría sido capturado, y el gobierno, en tanto, pidió detener el asalto para negociar una salida del dictador y su familia hacia algún país árabe que quiera darle refugio.
La batalla por Trípoli es encarnizada, según los periodistas que avanzaron las tropas rebeldes. Las fuerzas de oposición cuentan con apoyo aéreo de las fuerzas de la Otán y, de acuerdo con las últimas cifras, ya hay más de 1.300 muertos y 1.000 heridos.
Los rebeldes controlan varios barrios de la capital donde se registraban también violentos enfrentamientos al caer la noche. Esperan que la caída de Trípoli se produzca "en las próximas horas".
La guardia personal de Kaddafi, según versiones de la oposición, depuso las armas. También se informó que fueron capturados numerosos miembros de las tropas gubernamentales. Sin embargo, también reportaron que algunos soldados que responden al régimen aún ofrecen resistencia.
La vocera de la OTAN, Oana Lungescu, sostuvo que el régimen de Kaddafi "se desmorona", coincidiendo con la feroz batalla que han lanzado los rebeldes para conquistar Trípoli, y que se está dando el último paso hacia la victoria.
"Lo que estamos viendo es el desmoronamiento del régimen, está en su última fase", sostuvo la vocera según dan cuenta distintos despachos informativos de agencias de noticias internacionales con cobertura propia en la misma Libia.
Estados Unidos, por su parte, aseguró que los días del líder libio "están contados". El presidente Barack Obama recibió durante su estancia en la casa de campo, alquilada en la isla turística de Martha’s Vineyard, un informe del alto funcionario de seguridad nacional John Brennan, que incluyó las apreciaciones de un equipo estadounidense que se encuentra en el bastión rebelde de Bengasi. Allí se estima inminente la caída de Kaddafi.
La llegada de cientos de eufóricos insurgentes a Trípoli fue posible gracias a la captura de una importante base militar que defendía a la capital. Los lugares simbólicos del régimen de Kaddafi sucumbían rápidamente ante los rebeldes, al tiempo que fuerzas de oposición se sublevaban en el interior de Trípoli, reducto del gobernante.
Dentro de Trípoli, en tanto, se registraban enfrentamientos generalizados por segundo día entre lo que la oposición llama "células durmientes" -rebeldes que se sublevan- y las fuerzas leales a Kaddafi. También había protestas antigubernamentales multitudinarias.
Pese a todo, el coronel Kaddafi llamó esta noche a sus seguidores a "limpiar" la capital de rebeldes, en un mensaje de audio emitido por la televisión estatal. "Deben salir ahora para limpiar la capital", declaró el mandatario. Y finalizó: "No hay lugar para los agentes del colonialismo ni en Trípoli ni en Libia". (Jackemate.com)