No lo podía creer cuando mi amigo El Alfil me contaba lo que parecería haber ocurrido en el Ente Autárquico Puerto de Rosario (Enapro) y que derivó en la renuncia por ‘cuestiones de salud’ de la presidenta Ana María Brunet. ¿Apriete? ¿Amenazas de muerte? ¿Y ocurrió en pleno centro rosarino y frente a su vivienda particular?
Brunet es una profesional con reconocida trayectoria en cuestiones portuarias, y muy vinculada al socialismo, pero fundamentalmente responde al sector del gobernador de Santa Fe, Hermes Juan Binner, que fue el que decidió ponerla cuando Pablo Ferrés, el anterior directivo del Enapro, decidió pegar un portazo y renunciar al cargo porque no compartía el proyecto del Puerto de la Música, que es el proyecto emblemático del mandatario provincial para su gestión gubernamental.
Según le contaron a El Alfil, dos hombres a cara descubierta y mostrando armas de fuego de puño, habrían amenazado a Brunet en plena calle y frente al edificio donde reside.
¿Quiénes son estos dos hombres y a qué responden?, fue lo primero que me salió como pregunta, a lo que El Alfil me respondió que presuntamente serían dos miembros de uno de los dos sindicatos que operan en el puerto rosarino: Balizamiento y el Supa.
El Alfil, sin esperar mi siguiente pregunta, me espetó que la ex titular del Enapro habría cortado algunas líneas de acción dentro de la operatoria del puerto que serían ‘non sanctas’ y que vendrían de mucho tiempo antes del inicio de la gestión de Brunet en el Enapro.
¿Tráfico de droga? ¿Exportación de mercadería ilegal? ¿Ingreso sin previo paso por la Aduana de mercaderías provenientes de otros puertos lejanos? Estas fueron las preguntas que le hice a El Alfil, pero éste se fue caminando lentamente hasta perderse en una galería céntrica.
Tres preguntas sin respuestas que me quedaron en el tintero… ¿Pero entonces estas presuntas acciones ilegales que me dejó picando El Alfil desde cuándo venían cometiéndose? Hubo dos presidentes del Enapro anteriores de la actual gestión binnerista (‘Pini’ Elías que retorno y Pablo Ferrés). ¿Ninguna advirtió nada al respecto?
Son preguntas que necesitan respuestas urgentes… ¿No les parece?