Por Lidi Saita (*)
Los rosarinos, y quiénes pasaban ese día frío, a media mañana, por mi querida ciudad, vivieron el hecho más terrible.
Una explosión que hizo temblar los vidrios de puertas y ventanas y conmovió a quienes estábamos en distintas tareas.
Interiormente pensé un temblor….y muy fuerte. Algo me llevó a salir de mi casa y caminar hacia el gimnasio, cuando todavía no era mí horario.
A los pocos metros vi vidrieras rotas, y pensé en un intento de robo. Seguí por Moreno y al llegar a Jujuy ya la policía cerraba la calle.
Las radios hablaban de una explosión. Pero qué pasó? Desde el gimnasio me avisaron nos evacuaron. Estaba a dos cuadras de calle Salta.
Y de ahí en más la vorágine de sirenas, bomberos, ambulancias, todos corríamos porque queríamos ser útiles: El edificio de Salta 2141 había desaparecido. Sólo escombros….. gritos…sirenas…….un recuerdo triste y angustiante. (Jackemate.com)
(*) Periodista – Conductora del programa ‘Jacke Mate’ de Somos Rosario