Por Ricardo Marconi (*)
La ola de inseguridad cobró otra víctima y, en este caso, fue Ermelinda Zalazar, una mujer de 66 años, asesinada en Melián al 6300, en el barrio La Granada, en el extremo sudeste del municipio rosarino.
El nieto de la víctima es Dylan Tomás Baldón, imputado como la mano derecha de Luciano Cantero, de 18 años –preso por diversos delitos-, quien es sindicado como presunto líder de una estructura conformada, entre otros, por sicarios que dejaron escrito el número de una línea telefónica.
En las crónicas de los medios se señala que el fiscal Adrián Spelta tiene a su cargo la indagación del caso en el que la mujer recibió tres disparos en el cráneo, en momentos en que estaba atendiendo la granja como hace 30 años.
Como siempre ocurre en estos casos, surgen múltiples versiones y algunas de ellas indican que dos sicarios descendieron de un auto color gris para ejecutar el asesinato, tras lo cual dejaron escrito en la cinta asfáltica un número de un celular, seguido del texto: “Llamen XD”.
De esta forma, el organismo de análisis criminal en Rosario tuvo que modificar nuevamente el total de muertes violentas. El Observatorio de Seguridad Pública elevó la cifra a 224 desde el 1º de enero en el departamento Rosario.
Baldón, alias “Capocha” era uno de los probables integrantes de la banda de “Lucho” Cantero. Baldón había sido detenido en agosto pasado con dos pistolas, una moto robada y 73 gramos de cocaína. La fiscal Marisol Fabbro le había atribuido ser el organizador de una presunta asociación ilícita del hijo del “Pájaro Cantero”.
Fabbro le había atribuido los delitos de asociación ilícita, extorsiones, balaceras y los homicidios de Damián Gómez, Ulises Gastón Gamarra Urquiza y Luciano Roberto Muscio. Precisamente, la acusación, en el Centro de Justicia Penal, deberá continuar el próximo martes.
Los sicarios, se presume, están cobrando cada día más por su trabajo. Es que no dan abasto en el Departamento Rosario, donde cada día hay homicidios, viviendas baleadas, extorsiones, amenazas o para lo que se orden mandar. Cobran en efectivo o en “merca” y otros por atender búnkers o custodiarlos. Trabajo no falta.
Mientras tanto, el número de cuerpos sin vida sigue incrementándose cada 24 horas promedio. Este lunes se llegó a 224 y ya corre como reguero de pólvora un número probable a alcanzar al 31 de diciembre: 300.
Las víctimas y los vecinos de las mismas no se cansan de decir a quienes quieran escucharlos que hay ataques a cualquier hora del día, en lugares probables e imposibles en la ciudad, tanto en la vía pública o en el interior de viviendas, bajo techo o al aire libre. La edad de los abatidos no importa.
Así, el que compra droga y no paga, muere; el que compra prometiendo pagar y no cumple su promesa en tiempo y forma, muere; el que intenta resistirse a un robo, muere; el que mejicanea, muere; el que entrega a un cómplice, muere; el que …
Así llegamos al lugar en que estamos en el microcentro, en el macrocentro y en los barrios, destacándose entre estos últimos Ludueña, Molino Blanco, Industrial, La Tablada, Las Flores, Nuevo Alberdi y Alvear.
Asesinatos triples
Otra variante criminal que se está expandiendo es la moda de los asesinatos triples y la violencia extrema innecesaria contra las víctimas se expone de manera inusitada, sea o no el objetivo del ataque.
Para colmo, en Rosario, parece ser que, ante la falta de sicarios por los enfrentamientos mortales entre bandas, comenzaron a actuar sicarios aprendices que están dejando una estela de muertos de personas y niños que, circunstancialmente, estaban en el lugar del hecho o tuvieron la mala suerte de acompañar accidentalmente al objetivo humano previsto. Lo que no estaría claro es que, si el sicario se equivoca, puede llegar a cobrar menos. Lo que sí está claro es que el porcentaje de los homicidios se puede modificar cada 24 horas, o cada hora, o cada minuto. (Jackemate.com)
(*) Licenciado en Periodismo – Postítulo en Comunicación Política