Por Mabel Martínez (*)
Para mi amiga Carmen Silva
En estos días perdimos, lamentablemente, veinticuatro horas preciadas que no son acumulables ni atesorables, simplemente transcurrieron. ‘Un hombre que se permite malgastar una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida” Charles Darwin
¿Alguna vez, nos hemos preguntado acerca del valor del tiempo? Creemos que hay que darle su importancia y no dilapidarlo en tareas improductivas, logrando sólo una pasividad inconducente.
Necesitamos ocuparlo viviendo el presente, dedicando el rol que corresponde a la familia y amigos. Invertir en el trabajo, en la formación, en la salud, en la actividad física, en la formulación de proyectos, en la lectura, en los paseos y en el entretenimiento. El tiempo se puede usar para cualquier actividad mientras la libertad humana lo permita.
En el terreno de los afectos damos nuestro tiempo a quienes queremos y ellos nos entregan el suyo. Así es la convivencia y el crecimiento entre las personas. Es el intercambio temporal más generoso y enriquecedor. ‘Todo en el mundo está a merced del tiempo” Nikos Kazantzakis
Estar detenidos en nuestros hogares sin actividad es una manera injusta de no crecer o de ver frustradas nuestras ganas de progresar y desarrollar. Hay decisiones arbitrarias promulgadas por gente que es indiferente al común de la gente. Sus intereses radican en recaudar para su beneficio y enriquecimiento. La gran mentira: nos defienden. Lo delicado es que nos dejamos, una vez más, manipular.
El tiempo es nuestro y que, en ocasiones, lo perdemos y, en otras, surgen los dueños temporales que a su antojo nos lo hacen desaprovechar sin reaccionar. Debemos resistir y, con sabiduría, estimar que día a día encontremos razones para vivir disfrutando experimentando lo novedoso. Es el recurso más significativo y el más exiguo.
Nadie tiene derecho a interrumpir nuestras horas por una lucha estéril e inútil. Cuando tomamos conciencia de esta realidad, es tarde. Pensemos que nuestro tiempo es nuestro y no de los déspotas y autoritarios. Tiempo para trabajar y vivir. Dicen que quienes cuidan del tiempo manifiestan madurez espiritual. (Jackemate.com)
(*) Profesora y Licenciado en Letras – mabelmarga13@gmail.com