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El matutino porteño Clarín, por medio de una extensa nota de su enviado especial, confirma un adelanto de Jackemate.com de mediados del mes pasado, cuando informabamos que la fronteriza localidad salteña de Salvador Mazza o ‘Pocitos’, como se la conoce popularmente, está en vía de convertirse en la mexicana ‘Ciudad de Juárez’ por la violencia imperante en sus calles producto de la actividad de los narcotraficantes

La información del diario porteño señala que, según fuentes judiciales de la zona, “por aquí ingresa entre el 80 y el 90 por ciento de la cocaína que circula por la Argentina”.

En Salvador Mazza o Pocitos viven unas 27.000 personas y, según investigaciones judiciales, “entre ellas se mezclan al menos 10 bandas que se dedican al tráfico de cocaína, cada una integrada por unos 40 hombres. Los dueños de la droga, sin embargo, operan desde Colombia, Perú y Bolivia. Pero los que la mueven están aquí”, se añade en el escrito periodístico.

Sobe la manera de ingresar la droga a nuestro país, Clarín señala que varía según la cantidad (entre uno y dos kilogramos por persona) y que se usa a las “vagineras” (mujeres que se introducen un profiláctico con cocaína en la vagina); a los “encapsulados” (los que la tragan y la llevan en el estómago) y a gente que se la adhiere con bolsas a distintas partes del cuerpo.

Ahora si son entre cinco y 50 kilos, precisa que los cargan en mochilas para atravesar los montes fronterizos, sea a pie, en burro, o en moto.

Pero con más de 50 kilos los pasan en coches, en los paneles de las puertas o los asientos. Cuando se trata de más de 80 kilos, los ocultan en camionetas con doble fondo. Y para más de 300 kilos, directamente los meten en camiones cargados con madera, carbón o muebles. El resto cruza en avionetas.

En ocasiones, cuando trasladan cantidades importantes, llevan autos de custodia con hombres armados. No le temen a la ley, si no a las “mejicaneadas” de otras bandas narcos.

Sobre el volumen de causas judiciales sobre narcotráfico, “basta saber que todos las investigaciones sobre drogas terminan en el Juzgado Federal de San Ramón de la Nueva Orán, a cargo del juez Raúl Reynoso, en donde en siete años y medio se iniciaron más de 19.000 causas.

¿Porque enviaron a los gendarmes a Aguaray?

Un dato relevante del informe periodístico es que “los 40 kilómetros de la frontera seca son controlados por unos 350 hombres (la mitad por turno) del Escuadrón 54 de Gendarmería”, aunque se asegura por fuentes de la Justicia Federal salteña que “para custodiar la zona se necesita el doble de gente”.

Otro dato aportado por nuestra información del 19 de julio último, y que es confirmada por el porteño matutino, señala que “históricamente, los gendarmes tenían la sede de su escuadrón en Salvador Mazza. Pero eso cambió porque “a principios de año, lo trasladaron a Aguaray. Y ahora van a sacar a la delegación de Policía Federal. Hacen todo para beneficiar a los narcos”.

El comerciante que dialogó con Clarín, cuyo nombre se mantiene en reserva, precisó también que el Ministerio de Seguridad de la Nación (a cargo de Nilda Garré) “decidió remover de esta localidad a los policías federales que tienen su delegación aquí. No se sabe a dónde serán trasladados”.

También en la publicación se hace mención a los automóviles importados robados en el interior de la Argentina y que posteriormente son ingresados a Bolivia por el llamado “Sector 5” de esta localidad fronteriza con la boliviana ciudad de Yacuiba para canjearlos por droga.

“Muchos vehículos importados robados en Argentina son ingresados a Bolivia por ‘Sector 5’. Los cambian por droga, que funciona como el dinero aquí. Un coche que cuesta en el mercado legal 40.000 dólares, en ‘África’ (Sector 5) te lo cambian por unos 7.000 mil dólares en cocaína. Por eso es peligroso moverse con camionetas importadas en zonas fronterizas. En sólo un año se robaron 18 camionetas Toyota 4×4 en el norte de Salta. Algunos dueños terminaron baleados”, contó a Clarín otra fuente judicial.

Al otro lado de la frontera, en Pocitos (error en la información del matutino porque esa ciudad boliviana se llama Yacuiba), el panorama es muy diferente.

“Apenas se cruza el puente internacional aparecen los puestos callejeros donde se vende ropa, disco de música truchos, celulares, juguetes y equipos electrónicos. Justo frente a la comisaría local se amontonan los ‘arbolitos’ que cambian dinero. Como compran dólares a más de siete pesos, muchos argentinos cruzan a cambiar plata allí”, se añade.

Desde casi el inicio de este portal informativo rosarino venimos señalando sobre el aumento significativo en el transporte de droga desde Bolivia a la Argentina por ese sitio fronterizo de la Argentina que, repetimos para aquéllos que no quieren oírnos, está en vía inmediata de convertirse en la mexicana ‘Ciudad de Juárez’, con las consabidas peligrosas consecuencias para el país y la sociedad.

¿Qué harán las autoridades políticas nacionales para revertir este ilegal accionar del narcotráfico? ¿Seguirán diciendo, como lo vienen haciendo, que es sólo una sensación esto del narcotráfico? ¿Permitirán que los argentinos debamos padecer los mismos problemas que sufren los colombianos con el narcoterrorismo y las FARC, o las sangrientas peleas callejeras que ocurren en territorio mexicano entre elementos de los cárteles para quedarse con el manejo de la droga? (Jackemate.com)

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